Los mejores sitios para coger setas en la comarca coruñesa

L. Silvoso

A CORUÑA

Estrenado noviembre, la fiebre por las setas se desata cada año con más intensidad. Mientras los micólogos profesionales han empezado ya sus primeras salidas a los montes más alejados de la ciudad, aficionados y principiantes se preguntan cuáles son los lugares de la comarca con más posibilidades de encontrar cogomelos. Del monte Xalo a Irixoa, pasando por la fraga de Sisalde y As Pontes, recorremos los mejores sitios del área coruñesa para recolectar estos tesoros del otoño

14 nov 2018 . Actualizado a las 16:36 h.

A pesar del octubre raro que tuvimos, ya hay setas. Pocas, pero hay. Y cuanto más nos alejemos de la ciudad, más probabilidad tendremos de encontrar un mayor número de ejemplares comestibles. «As zonas sombrizas e frondosas» son el paraíso de los cogomelos, explica el betanceiro Henrique Fernández Vázquez (Quique), de la sociedad Lar de Unta, una de las más activas en la materia. «Canto máis ao norte, mellor. Sempre hai que ir onde haxa mellores árbores e máis humidade», precisa. De hecho, las salidas que organiza este club gastronómico, cultural y deportivo suelen ser por la zona de «Irixoa, Cambás, Xestoso, Aranga, Sobrado… E se non, imos a Friol». 

La clave para experimentar una buena jornada es salir bien informado para saber qué errores no cometer o bien ir acompañado de un profesional. En la comarca hay numerosas oportunidades para participar en jornadas micológicas organizadas por sociedades y por los propios ayuntamientos que, en muchos casos, incluyen excursiones al campo y demostraciones in situ. Quique Fernández explica que este año «en Lar de Unta aínda non saímos. Aparte de que dan mal tempo, hai que agardar a que a terra colla humidade e non faga un frío intenso»

Zona de monte y hacia el interior. Seguimos estas claves y nos plantamos en el monte Xalo, el lugar favorito de muchos carraleses para coger setas. Según María José Couto López, técnico de medio ambiente del Concello de Carral, la zona de la parroquia de San Pedro de Quembre, San Vicente de Vigo y Santa Baia de Cañás son las mejores de la zona para encontrar setas. «Aquí empieza a haber bastante afición. Ahora mismo estamos organizando un curso para el fin de semana», comenta. 

Zonas «muy pisadas»

También van de vez en cuando al Xalo o a Curtis los miembros de la Asociación Micolóxica Andoa, de Cambre. Su presidente, Enrique Manuel Castro, dice que, si no van más, es porque son zonas que están «muy pisadas». Por eso prefieren apostar por A Gañidoira, As Pontes y la sierra de O Xistral. «Donde haya caducifolios y pinos hay más. Tienen que ser lugares con mucho bosque. Nosotros salimos casi siempre fuera de nuestra comarca. Además, cuanto más cerca de la ciudad te sitúes, más pisados están los montes. Para coger o ver algo tienes que irte a los montes de fuera. A veces vamos a la sierra de A Capelada, San Andrés de Teixido, Cedeira o a Xaviña, en Camariñas». 

«Con moito coidadiño»

En Abegondo hace más de quince años que se organizan unas jornadas micológicas desde el Concello destinadas a los aficionados o a los interesados en iniciarse en este mundo. Para la técnica municipal de medio ambiente, María del Carmen Iglesias, la presencia de un experto profesional en estas experiencias es fundamental: «Si uno va solo, hay que ir con moito coidadiño. Cada uno tiene que ser consciente de hasta dónde sabe o no sabe de setas. Por eso decidimos hace años empezar a organizar estas jornadas y por eso lo hacemos de la mano de Carlos Pastoriza. Él las selecciona, él las prepara y nosotros luego nos las comemos. Y nunca hemos tenido un susto. Es una persona muy de fiar», añade la técnica del Concello de Abegondo. En las sesiones, los asistentes aprenden a conocer y distinguir las especies de setas comestibles de aquellas que no lo son. Además, se repasan los métodos para saber actuar en el caso de intoxicación por especies no comestibles.

Consultamos al propio Pastoriza, por dónde nos recomienda él empezar nuestra salida al monte: «O que se necesita é que haxa un bosque de piñeiros ou unha fraga. Por calquera sitio con prados, corredoiras ou árbores con sotobosque pode haber setas. Incluso hai zonas de pinos dunares, cerca das praias, con posibilidades». Y añade: «Nas zonas de prado podemos atopar macrolepiotas». Un principio básico para Carlos Pastoriza es este: «O bosque ten que estar limpo. Se está cheo de toxos, é complicado». 

Propietarios que cobran

Para tener suerte, este divulgador de la micología recomienda irse a la zona del embalse de Cecebre, por Abegondo, «onde tamén hai pequenos soutos», o al monte Xalo. Pero, en su opinión, lo ideal es salir de excursión hacia la zona de Monfero o a las fragas del Eume. Cuando va solo, cesta en mano, en busca de los mejores ejemplares, suele ir por Curtis, Montesalgueiro, monte del Gato, Monfero, la sierra de O Forgoselo o Goente, en As Pontes. «O que pasa é que hai zonas onde os propietarios teñen empezado a cobrar por entrar nos seus montes. Tendo en conta que logo esa xente que colle as setas moitas veces as comercializa, é lóxico que pase iso», considera

Finalizamos nuestro recorrido en Arteixo. En este municipio también numerosas zonas ideales para los seteiros. Óscar Miranda, técnico de medio ambiente del Concello, selecciona cuatro: «La fraga de Sisalde; la zona de A Ibia, en Monteagudo; A Grova, en Larín, y Santa Leocadia». También entre los arteixáns hay cada vez una mayor afición y también en este concello se organizan cada año cursos de micología para no correr riesgos innecesarios. Porque, como dice el dicho, moito tes que saber para cogumelos comer.