Treinta años después, el MAC abre su última Mostra antes del cierre

m. CARNEIRO A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

Crece la incertidumbre entre los artistas por la deriva cultural de los grandes centros y la falta de recursos para los creadores

25 oct 2018 . Actualizado a las 11:44 h.

Treinta años después del certamen que alumbró el nacimiento del Museo de Arte Contemporáneo Unión Fenosa, el actual MAC acogerá hoy la inauguración de la decimoquinta y última edición de la Mostra de Arte de la compañía eléctrica (hoy llamada Naturgy y con sede en Barcelona) antes del cierre del museo, previsto para fin de año.

A las ocho de la tarde, la directora, Carmen Rivera, y los diez trabajadores que han sostenido el nutrido programa de exposiciones, actividades y convocatorias artísticas de la institución entregarán los premios a una generación de creadores que, si no fructifican las negociaciones de la Xunta y el Concello para mantener la actividad del museo, ya no dispondrán de los recursos, las becas y las residencias que convirtieron el MAC en un lugar de peregrinación para artistas de toda España y «una cantera de talento», en palabras de su directora. En el sector se acumulan las preguntas sobre las expectativas que se les presentan a los jóvenes que acaban de iniciar sus becas en el extranjero y al término de sus estancias deberían presentar el proyecto final en el edificio de la avenida de Arteixo.

Entre los artistas veteranos el desaliento es indisimulado. Correa Corredoira retrocede a su primera exposición en 1975 para encontrar «tiempos tan malos como este, de crepúsculo, cada vez más oscuro, con un deterioro de las artes que se ha agudizado en los últimos años». 

El futuro sin arte

Y advierte el pintor que las consecuencias pueden imaginarse. «El ser humano no puede vivir sin noción de la belleza y, sobre todo, sin el espacio de libertad, y de libertad compartida, que es el arte. Sin ese espacio espiritual y de creación vamos a una sociedad enferma, incapaz de amar y de comprometerse. Creamos psicópatas», advierte Correa, que recuerda a la llorada exministra Carmen Alborch y su propuesta para declarar el feminismo patrimonio inmaterial de la humanidad, y concluye que el arte no es para menos.

A vueltas con la luz también el fotógrafo Vari Caramés, presente en los fondos del museo, lamenta un cerrojo «tristísimo» que abunda en «la demolición de todo lo que tiene que ver con la cultura. Se apaga una luz de las pocas que quedaban cuando lo que hace falta es justamente lo contrario, lugares que iluminen», advierte el artista, que reconoce una buena labor en la actividad del museo. «Otra cuestión es que la gente vaya o no vaya, o por qué al final acuden o no acuden a lo que se ofrece, pero el museo funcionaba, las cosas como son, había exposiciones, talleres, conferencias, cine, música, becas, 20.000 cosas», concede el fotógrafo, muy crítico con el embrutecimiento cultural y el control que ejercen las redes sociales y la tecnología sobre el pensamiento.

Correa Corredoira, Vari Caramés, Alfonso Abelenda, Manuel Vilariño, Tatiana Medal, Jorge Peteiro, Pepe Galán, Félix Fernández, Eugenio Granell, Lago Rivera... Desde su fundación alentada por Julián Trincado, el MAC ha ido adquiriendo obra de artistas coruñeses, gallegos y del resto de España. Queda por delante la evaluación experta de la colección, integrada por más de 600 piezas, en su mayoría de pintura y fotografía, pero también escultura, videoarte e instalación.