Bien, pero no del todo

Álvaro Fernández TRIBUNA

A CORUÑA

30 ago 2018 . Actualizado a las 10:39 h.

Enaire acaba de mejorar la altura mínima hasta la que puede bajar el avión sin ver pista del Sistema de Aterrizaje Instrumental (ILS) instalado para los aterrizajes por la cabecera de O Burgo.

La mejora de la maniobra que entra ahora en vigor ha conseguido rebajar ese punto de frustrada del aterrizaje hasta 64 metros sobre el nivel de la pista, sensiblemente mayor que los 50 metros de altura que tenía ese mismo punto en el 2008, y que permitía acercarse mucho más a los pilotos a la pista y aterrizar con densa niebla. Enaire pretende con esta mejora de los mínimos del ILS evitar que los pilotos reciban el aviso de estar en el punto de frustrada sobre Montrove, en vez de hacerlo sobre la AP-9. Esto es debido a dos causas. Una, por haber recortado la pista tras desplazar hacia dentro el punto de aterrizaje. Dos, la altura mínima para decidir si aterrizar subió unos 30 metros. Esto, sumado a la orografía del terreno en forma de U hace que el radioaltímetro -mide la distancia del avión al suelo- avise equivocadamente del punto de frustrada.

Independientemente de que esta mejora corrija el problema del radioaltímetro, los mínimos para la categoría II que opera el ILS seguirían siendo aún unos 15 metros superiores a los establecidos cuando se instaló este antiniebla en el 2008. Solo se corregirá volviendo a situar el umbral de pista en su posición original y eliminando el obstáculo determinante que supone una torre de iluminación del aeropuerto. Curiosamente, esta medida no aparece en el actual plan director ahora, y tanto Concello como trabajadores del aeropuerto reclaman a Aena.