Últimas horas para asomarse a mil y una historias y tebeos

I. ÚBEDA / A. a.

A CORUÑA

Nuria Cancela

10 ago 2018 . Actualizado a las 11:06 h.

Los jardines de Méndez Núñez son un hervidero de cultura. Cualquiera que camine por sus lindes puede disfrutar de la artesanía de la mano de Mostrart, del recién estrenado Viñetas o de la ya veterana Feria del Libro. Aunque esta 47.ª edición está a punto de expirar, ya que hoy es su último día, aún se puede pasear entre sus obras y mundos fantásticos de 11.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 22.00 horas. A partir de mañana el espacio lo ocupará la Feria del Libro Antiguo.

Asimismo, y aunque Viñetas es un escaparate de cómics por excelencia, la feria del libro también tiene representación de esta temática con Kómic, una librería de Santiago que lleva viniendo «desde 1987», dice Pío Barreiro, el dueño. Pío, que cree que es «el más veterano de Galicia» de estos contenidos, cubre un amplio espectro de perfiles y temáticas, y le interesa «llegar al público infantil y lo editado en gallego». Aunque la oferta de esta tienda contiene un variopinto catálogo, aclara que «hemos sido muchas las generaciones que aprendimos a leer con tebeos», por lo que los clásicos como Mortadelo y Filemón «siguen teniendo su público», agrega.

Quien edita en muchos idiomas es Manuel Moleiro, que expone reproducciones de manuscritos que datan del siglo IX al XV. Esta editorial lleva visitando la feria más de 15 años y los ejemplares originales de sus artísticas copias «a día de hoy están custodiados en las bibliotecas más elitistas del mundo», cuenta Héctor López, encargado del puesto. A pesar de todo, sus calcos son tan vistosos y profesionales que «en la serie de La catedral del mar han salido», apunta. Entre las librerías, hay de todo tipo, como Aenea, que vende «tanto juvenil, como adultos o infantil» y, también sobre salud. «Intentamos introducir libros para estar más sanos», asegura Lola Puerta.

En cuanto a números, Antón Pedreira, vicepresidente de la Federación de Libreiros de Galicia, resalta que este año se ha percibido que hay menos gente visitando los puestos, aunque esto no guarda relación con las cifras: «Que haxa máis visitantes non se traduce en ventas», añade.