Los murales del viaducto de Cuatro Caminos cumplen diez años
06 ago 2018 . Actualizado a las 11:17 h.Todos protagonizamos historias. Y ellas conforman nuestra ciudad. Para bien, para mal. Fue Agustín Lorenzo, coordinador del IMCE, quien me llamó la atención: «Alfeirán, deberíamos hacer algo con las columnas del viaducto de Catro Camiños». Estaban cubiertas de carteles publicitarios y daban una imagen degradada de la zona. Por ella transitaban miles de coruñeses, yo entre ellos. Pasaba sin mirar, pero ese día, en enero del 2008, advertido, me paré y conté las columnas. Eran 8. ¡Qué casualidad! Ese año se celebraba el octavo centenario de la concesión foral a Crunia y, por encargo del alcalde Javier Losada, era el coordinador general técnico de la celebración. Y lo vi. 8 columnas, 800 años. Había que hacer un gran storyboard urbano con escenas de la historia de la ciudad.
La idea necesitaba ejecutores. Y la clave estuvo en Manel Cráneo, uno de los grandes autores de cómic de Galicia. Llamaríamos a ilustradores para los diseños y contactaríamos con el Estudio Alavista, formado por los muralistas Sekone (Miguel Ruíz) y NeoLeo (Leo López). Con la Asociación Galega de Profesionais da Ilustración (AGPI) seleccionamos a los artistas para hacer 18 escenas: 2 en cada columna y otras 2 en los muros del inicio y final del viaducto. En abril tuvimos la reunión. Estaban los mejores y cada uno recibió el encargo. Primera columna: Miguel Robledo (Brigantia) y Xosé Tomás (Julio César en Brigantium). Segunda columna: Manel Cráneo (Hércules y Gerión) y David Rubín (Breogán e Ith). Tercera columna: Dani Montero (Alfonso IX y Crunia) y Emma Ríos (María Pita). Cuarta columna: Marcos Calo (Sir John Moore) y Patricia Castelao (Porlier prisionero). Quinta columna: Sekone y Leo (Naves en el océano) y Alberto Vázquez Rico (El mar y la pesca). Sexta columna: Suso Cubeiro (Cidade Meiga) y Luis Sendón (Noche de San Juan). Séptima columna: Santy Gutiérrez (Cigarreras de Marineda) y Javi Montes (Puerto de emigrantes). Octava columna: Fernando Llorente (Ciudad Cristal) y Xosé Cobas (Espíritu urbano). Todos cumplieron con creces la tarea con unas maravillosas ilustraciones.
Tras la limpieza e imprimación de columnas y muros, Sekone y Leo emprendieron la hercúlea tarea de pintarlas. Día tras día, mes tras mes, su esfuerzo y maestría lo lograron. Iluminaron el espacio con escenas de arte urbano merecedoras de ser conservadas. Como colofón, los muros. En el grande Sekone y Leo inmortalizaron a tres vecinos que muchos días los contemplaron trabajando. Extraordinario. En el pequeño había un magnífico dibujo de la bahía de Manel Cráneo, lamentablemente borrado por el Ayuntamiento en el 2015. Los demás, con algún deterioro, aún aguantan. Fue y es una experiencia artística única en Galicia.