Repsol avanza su traslado a Langosteira con la adjudicación del nuevo pantalán

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CARLOS FERNANDEZ SOUSA

Los trabajos fueron contratados por 25,4 millones y acabarán a finales del 2019

10 jul 2018 . Actualizado a las 10:58 h.

La mudanza parcial de Repsol a Langosteira comenzará por la construcción del nuevo pantalán de la petrolera en el puerto exterior. La compañía acaba de adjudicar a Sacyr, por 25,4 millones de euros, la ejecución de esa estructura, que permitirá que buques de hasta 300 metros y 200.000 toneladas puedan cargar y descargar crudo y refinados en el puerto exterior.

Es el primer paso de una actuación más ambiciosa y que contempla también la construcción de un nuevo poliducto entre Langosteira y la refinería, así como obras de adaptación de esta última e instalaciones de tierra en el puerto exterior. Esos trabajos, previsiblemente, se irán ejecutando en paralelo a la construcción del pantalán en distintas fases.

El pantalán petrolero -que en el futuro sustituirá toda la actividad del actual de San Diego- se empezará a construir en el último trimestre de este año y cuenta con un plazo de ejecución de 16 meses -incluyendo la obra y los trabajos de ingeniería que comenzarán de modo inmediato-, es decir, estará terminado a finales del 2019 si se cumple el cronograma.

La compañía, según su propio proyecto, contempla que todas las obras previstas para el traslado parcial de la actividad se desarrollen durante un plazo máximo de 28 meses, es decir, que habría que esperar hasta el 2021 para que el crudo pudiera fluir por las nueve tuberías que enlazarán el puerto y la refinería.

El objetivo es lograr, cuando la empresa acabe sus inversiones -ascienden a 126 millones de euros- que todo el crudo que hasta ahora llega a la refinería desde San Diego, lo haga desde Langosteira. Ese cambio supondrá la eliminación del 40 % de los movimientos de graneles líquidos de la petrolera desde los muelles urbanos, donde seguirán moviéndose los productos refinados de la empresa. Ese porcentaje se corresponde con el crudo que llega por barco al puerto y que es el tráfico más peligroso potencialmente, como atestiguan los siniestros del Urquiola y el Mar Egeo

Poliducto para el crudo

El crudo fluirá por un nuevo poliducto de casi cuatro kilómetros que contará con once tuberías. Solo una parte de ellas entrará ahora en funcionamiento, pero el resto quedarán instaladas y preparadas para el día en que toque sustituir íntegramente el servicio que presta el actual.

Para ese traslado definitivo no hay fecha, pero la concesión de Repsol en los muelles interiores finaliza en el año 2027 y todo apunta a que la intención es que la empresa no renueve allí, sino que lleve a Langosteira toda su actividad.

Ese segundo traslado, con todo, no se ha pactado todavía, si bien el traslado parcial de la actividad permitirá a la empresa no solo llevarse el crudo, sino también dejar sin uso una parte del suelo que ocupa en San Diego. 

Tres grandes actuaciones pactadas en un convenio firmado en el 2013

Repsol, principal cliente de la Autoridad Portuaria, era una pieza clave en el esquema de funcionamiento del puerto exterior. Sin la marcha de las grandes firmas la operatividad de Langosteira quedaba menguada y la operación de creación de un puerto exterior, coja. El 14 de octubre del 2013 se firmó el acuerdo para la primera fase de su marcha.

El documento establecía que en abril de este año los trabajos tenían que estar rematados tras una inversión por parte de la empresa de 126 millones de euros. La complejidad de los procesos administrativos impidió cumplir ese plazo, pero a finales del 2019 las obras podrían estar ya muy avanzadas.

Realmente Repsol tiene que realizar tres actuaciones para lograr su traslado: el poliducto, el pantalán y las nuevas instalaciones de Langosteira y la reforma de la refinería para las nuevas conexiones. Para el poliducto comenzarán en breve las expropiaciones -aunque la empresa confía en llegar a acuerdos con todos los propietarios- y después se iniciarán -aún sin fecha fijada- las obras.

Cuando se acabe el pantalán la petrolera instalará la maquinaria necesaria y construirá las instalaciones en Langosteira. En 1964 el Valmaseda fue el primer petrolero en descarga en la ría. Se espera que antes del 60.º aniversario ya no entre ninguno.