Xulio Ferreiro supervisó al minuto desde su despacho el desalojo de los okupas

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Pasadas las 13.30 horas recibió los primeros avisos de que la Policía Local de A Coruña había cargado

01 feb 2023 . Actualizado a las 19:27 h.

El desalojo de la Comandancia de Obras, ejecutado el pasado miércoles con diez heridos, ha provocado una brecha en la unidad de la Marea Atlántica, el partido que sostiene el gobierno municipal de A Coruña. El martes, el alcalde criticó a la Policía Nacional por supuesta falta de colaboración para evitar los incidentes, que toda la oposición y los sindicatos han rechazado. Pero, pese a sus críticas, el regidor supervisó la operación desde el despacho de Alcaldía, según fuentes municipales.

La formación que lidera el alcalde, Xulio Ferreiro, se había autoproclamado la paladín de los movimientos sociales, entre ellos el de los okupas, del que proceden al menos cuatro de sus ediles.

Pero el pasado miércoles esa relación se rompió. La Policía Local entró de madrugada en la Comandancia de Obras, que durante el último año y medio había estado okupada por un colectivo que la rebautizó como A Insumisa. La okupación arrancó en noviembre del 2016 y se consolidó con el consentimiento del gobierno local, que según una sentencia del Contencioso permitió que los okupas se instalasen.

La Marea celebró en un primer momento la llegada de los okupas, pero fue dando pasos para echarles. A principios del 2017, cuando la okupación ya llevaba meses en marcha, el alcalde delegó las competencias de Seguridade Cidadá, que había ostentado desde el arranque del mandato, a la concejala de Igualdade, Rocío Fraga, que pasó a ser la responsable de los intentos de desalojo a los que la instó varias veces el pleno del Ayuntamiento.

Ninguna de esas exigencias se materializó hasta que en la madrugada del pasado miércoles la Policía Local entró en la Comandancia que, según explicaron Ferreiro y Fraga, se encontraba vacía a primera hora de la mañana.

Según fuentes municipales, la entrada fue comunicada de inmediato al alcalde. El regidor explicó el martes que la jefatura de la Policía Local «recomendó» que los agentes se quedasen. Pero la orden definitiva de hacerse con el control del edificio y mantenerlo fue de la parte política, señalaron fuentes del Ayuntamiento.

El gabinete de crisis

Las mismas fuentes indican que durante la mayor parte de la mañana el alcalde, Xuio Ferreiro, y la concejala de Seguridade, Rocío Fraga, supervisaron los acontecimientos desde el despacho de Alcaldía junto a sus asesores y a altos cargos de la asesoría jurídica y del área de Seguridad.

En ese despacho se recibieron pasadas las 13.30 horas los primeros avisos de que la Policía Local había cargado contra los okupas, que llevaban reuniéndose frente a la Comandancia toda la mañana y que a esa hora intentaron volver a entrar en el recinto.

La noticia del enfrentamiento causó estupor en el entorno del gobierno, que había prometido que la okupación se resolvería mediante un proceso de diálogo que a esas horas se había quebrado.

Sin embargo, no fue hasta las 15.30 cuando el alcalde solicitó el apoyo de la Policía Nacional para controlar a los manifestantes. Según criticó este martes, logró recabar ese apoyo tras varias llamadas infructuosas a la Delegación y la Subdelegación del Gobierno, y le requirieron que enviase una petición por escrito.

Esa medida no es excepcional. Las relaciones entre Administraciones siempre se hacen por escrito, reiteraron ayer fuentes municipales y de la policía. Además, las mismas fuentes explican que ese mismo día las dos entidades estatales tuvieron que hacer frente a la explosión de la pirotecnia de Tui, que causó enormes destrozos y víctimas mortales en ese ayuntamiento pontevedrés.

Un desalojo sin comunicar

Por encima de todo, las mismas fuentes recuerdan que el Ayuntamiento no avisó a esas instituciones y a la Policía Nacional de que pensaban desalojar la Comandancia. El aviso llegó de madrugada, cuando los agentes municipales ya habían entrado en el recinto, lo que dificultó la coordinación de ambos cuerpos durante una jornada muy tensa en la que se produjeron 10 heridos.

Pese a ello, el alcalde y la titular de Seguridade, Rocío Fraga, acusaron el martes a la Policía Nacional de «retirarse» de la Comandancia antes de las 13.30, cuando se produjo el choque de los okupas con la Policía Local.

A esas alturas, el Ayuntamiento no había solicitado de manera formal la intervención de los agentes de la Policía Nacional, un trámite que solo hizo a las 15.30, después de que se hubiesen producido los primeros heridos. El incidente con la Policía Local, que solo tenía seis agentes en la puerta de la Comandancia que no fueron reforzados, ocurrió a pesar de que Fraga, en la rueda de prensa que dio a las diez de la mañana, asegurase que la recuperación de la Comandancia de Obras se había producido «da mellor das maneiras posibles».

Por otra parte, Fomento confirmó el arranque de los trabajos para rehabilitar ese espacio, que estaban pendientes del desalojo.