«La terapia celular es un paso más para lograr que camine un lesionado medular»

R. DOMÍNGUEZ A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

«Es una esperanza», dice el especialista en paraplejia sobre el nuevo ensayo clínico que realiza el Chuac

24 may 2018 . Actualizado a las 11:10 h.

El Chuac es uno de los tres centros de España, con el Vall d’Hebrón de Barcelona y el Virgen del Rocío de Sevilla, que participa en un ensayo clínico con el primer y por ahora único medicamento celular concebido para tratar la lesión medular aguda y traumática. Al frente de la Unidad de Lesionados Medulares (ULM) del hospital coruñés, de referencia para toda Galicia, se encuentra desde hace más de tres décadas Antonio Rodríguez Sotillo (Córdoba, 1957).

-Hace tiempo usted apostaba que el hallazgo de una cura para la paraplejia llegaría antes que su jubilación.

-¡Y llevo más de veinte años esperando! En los noventa yo creía que a estas alturas ya me tendría que dedicar a otra cosa. Pero lamentablemente la investigación no ha ido a la velocidad que yo esperaba.

-¿La terapia celular puede ser la clave?

-Es una esperanza, aunque tampoco hay que despertar expectativas que todavía no sabemos si se cumplirán. Pero sí, es un paso más para lograr que camine un lesionado medular.

-¿En qué fase del ensayo están?

-Ya se ha hecho el ensayo en laboratorio con animales, y ahora empezamos con un grupo de pacientes simplemente para comprobar la seguridad, es decir, que no ocurre nada malo y la terapia no provoca daños. Si se demuestra que el fármaco realmente es seguro, entonces se ampliará a un número mayor de pacientes para comprobar su efectividad. Dado el tipo de lesión en la que se aplicará, si es seguro, el paciente puede que no mejore, pero desde luego no va a empeorar.

-¿Qué resultados se han obtenido en laboratorio?

-He visto maravillas en los ratones de laboratorio, pero la médula humana no es la animal. La bipedestación del ser humano es un proceso realmente complejo de lo que creemos. Sin embargo, en un animal de cuatro patas la marcha es mucho más sencilla. De hecho, una rata con lesión medular puede andar, aunque no sea normalmente. En el ensayo, cuando se le ponían las células madre caminaban todavía mejor, con una marcha parecida a la normal.

-Entonces, en los casos humanos se puede esperar...

-Cuando se produce una lesión medular hay un daño directo por la fractura, se rompe la médula, pero hay otros daños secundarios por el proceso de oxidación que se produce alrededor, que provoca que las células en cierta forma se suiciden. Con esta terapia se persigue proteger las neuronas que no han sido dañadas directamente por la fractura. Se trata de intentar evitar ese ambiente tóxico.

-¿Qué puede suponer eso?

-Pues reducir la pérdida de movilidad y sensibilidad por la lesión. Si realmente esto funciona, que aún está por demostrar, para el paciente puede suponer la diferencia entre caminar o no, controlar los esfínteres o no, o conservar una sexualidad activa.

«El paciente al que le vayamos a poner las células madre hoy todavía está andando por la calle»

El ensayo clínico, impulsado por el laboratorio farmacéutico Ferrer y la industria biotecnológica Histocell, ambas firmas españolas, está todavía entrando en una fase inicial de control en humanos. Advierte Sotillo que, en cualquier caso, todavía habrá que esperar unos meses para comenzar a tener la primera visión en casos humanos.

-¿Qué pacientes entran a formar parte del ensayo?

-¿Los candidatos? Lo veremos en el momento en el que lleguen los pacientes. Si mañana le tenemos que poner las células madre a una persona, esa persona hoy todavía está sana y andando normalmente por la calle. Ni siquiera piensa que se puede quedar en silla de ruedas. Porque es un medicamento para las lesiones medulares traumáticas y en la fase aguda, es decir, hay que ponerlo antes de las primeras 48-72 horas tras el accidente.

-¿En cualquier lesión?

-Vamos a probar en lo que llamamos lesión medular completa, con sección espinal total o prácticamente total. No puede ser a nivel de columna cervical, ni tampoco en lo que llamamos cola de caballo, sino a nivel dorsal. No lo aplicaremos por el momento ni a pacientes muy mayores, ni tampoco a menores, pero los que cumplan los criterios y admitan entrar en el ensayo clínico, lo harán.

-¿Es una intervención compleja?

-Es posible gracias a los neurocirujanos, que inyectarán las células madre en la médula en el momento en el que se opera al paciente para fijar la fractura de la columna.