Nuevos enfrentamientos entre Policía y okupas a las puertas de la Comandancia de Obras

A CORUÑA

EDUARDO EIROA

Al menos dos personas han resultado heridas esta tarde cuando pretendían cortar la avenida Metrosidero. Dos agentes de la Policía Local y tres personas más resultaron heridas esta mañana y necesitaron asistencia sanitaria durante la primera carga policial

23 may 2018 . Actualizado a las 22:20 h.

La tensión por el desalojo de la Comandancia de Obras ha ido en aumento con el paso de las horas. Tras un primer enfrentamiento entre Policía Local y okupas al mediodía, a las 20.00 horas se produjo una segunda carga policial. El colectivo de A Insumisa había convocado para esa hora una manifestación en rechazo al desalojo del antiguo edificio militar en la que se vivieron momentos de gran tensión.

En total, la jornada se cierra con una veintena de personas lesionadas, de las cuales siete necesitaron ser trasladadas al hospital para recibir atención sanitaria. De ellas dos eran agentes de policía. 

La secuencia de los hechos

La Policía Local llegaba a la Comandancia a primera hora de esta mañana y se encontraba con que dentro no había ningún rastro de los okupas que permanecían en el edificio desde finales del 2016, por lo que procedieron a cerrar, custodiar y «recuperar» el recinto. 

Sin embargo, con el paso de las horas varias decenas de miembros del colectivo okupa se acercaron a la puerta principal del edificio y trataron de entrar por la fuerza, lo que desembocó en un enfrentamiento entre okupas y Policía Local. A falta de confirmación por parte del Ayuntamiento o alguna otra fuente oficial, el forcejeo terminó con dos agentes heridos -uno con una luxación de hombro y otro con una brecha en la cabeza que necesitó de cinco grapas-, dos mujeres y un hombre, y se inició después de que dos personas se encaramasen al tejado del edificio. 

Hasta el lugar se desplazaron varios furgones de la brigada de antidisturbios de la Policía Nacional y dos ambulancias, que trasladaron a cinco heridos. Algunos de los okupas que resultaron heridos durante las cargas fueron trasladados por coches particulares a centros sanitarios para ser atendidos de sus heridas.

La avenida de Metrosidero, desde la rotonda de As Atochas hasta la entrada de la Hípica, permaneció cerrada al tráfico hasta las 15.00 horas. Una ambulancia más se desplazó hasta las inmediaciones de la Comandancia de Obras para atender en el sitio a cerca de diez personas que presentan contusiones, golpes y molestias en los ojos.

El colectivo de A Insumisa había hecho un llamamiento a través de sus redes sociales para la celebración de otra concentración en repulsa al desalojo a las puertas de la Comandancia de Obras a partir de las 20.00 horas. Minutos después de que varias decenas de personas se situasen frente al edificio al grito de «Os da Marea, donde están?» se produjo una carga policial, en la que resultaron heridas varias personas y dos de ellas precisaron atención médica. La acción policial se produjo cuando los manifestantes se acercaron a la mediana con la intención de cortarla.

 

A última hora de la tarde, la Marea publicó un comunicado en el que califican lo sucedido de «fracaso colectivo». «Hoxe é un día escuro porque hai persoas feridas polas que nos preocupamos e porque falou a forza (cousa que ningúen quería) e non o diálogo que buscamos dende o inicio de todo este proceso», reza el escrito publicado en su página web..

Fin del plazo

El plazo que el gobierno local había dado para que se pusiese fin a la okupación del antiguo recinto militar expiraba este mismo miércoles, pero las autoridades municipales entienden que se había producido un desalojo voluntario después de que la Policía Local no encontrarse a ninguna persona en el interior del inmueble.

A pesar del largo tiempo que la Comandancia de Obras permaneció okupada, el gobierno local no inició los trámites para su desalojo hasta el mes pasado. El Ayuntamiento desestimó las alegaciones presentadas por el colectivo okupa de A Insumisa «por no aludir a cuestiones jurídicas» y dio un plazo de ocho días -período que empezó a contar en el momento en el que recibieron la notificación- para proceder al desalojo.

Varias decenas de antiguos okupas se personaron a la mañana en el exterior del recinto. También se encuentra allí el abogado del colectivo A Insumisa, Antonio Vázquez, que considera que el desalojo podría ser «irregular» ya que no se habría consumido el plazo dado por la Administración, y entiende que incluso se podría haber cometido «un delito de prevaricación». 

Tras el enfrentamiento entre okupas y agentes de la Policía, el letrado denunció la «inhumanidad» del gobierno local al asegurar que la concejala responsable del área de Seguridad Cidadá, Rocío Fraga, ha prohibido que se le haga llegar comida o agua a las dos chicas que permanecen en el tejado del edificio.

A pesar de la presunta orden, los miembros del colectivo A Insumisa lanzaron alimentos desde la distancia a las dos personas encaramadas en el inmueble, y solicitan a los agentes que se les permita acercarles agua.

Por su parte, Rocío Fraga sí consideró que el plazo había expirado y ha dado por válida como fecha de notificación el 27 de abril. Además, aseguró que durante los últimos días el Ayuntamiento facilitó a los okupas la retirada de sus enseres, e incluso el desmantelamiento de una pista de patinaje. El alcalde, Xulio Ferreiro, no ha hecho ningún tipo de valoración y justifica la ausencia de declaraciones por lo apretado de su agenda.

Marcos Míguez

Un proceso largo y complicado

La historia de la Comandancia de Obras comenzó en el 2013 con la cesión al consistorio por parte de Defensa para poner en marcha el Cidea, un centro cultural y de diseño. Con el cambio del gobierno local en las elecciones municipales, la Marea Atlántica mandó este proyecto a la nevera, pero los tiempos ya estaban en marcha y la rueda de la Administración continuó su movimiento. El ministerio de Fomento había ofrecido 1,3 millones de euros para restaurar la parcela de 6.000 metros cuadrados, sin embargo, el concurso fue suspendido por un error de forma y se volvió a convocar. A finales del 2017 se firmó la obra, por lo que el dinero ya estaba disponible y solo faltaba que se pusiesen en marcha las obras.

El problema surgió con la negativa de los okupas a abandonar la parcela. Defensa intentó recuperarla por la vía judicial, pero el juzgado archivó la causa al no ver intención real de desalojar las naves. A partir de ahí el gobierno local apeló al diálogo para reformar la Comandancia y ofrecer un espacio para la juventud, algo que los okupas consideraban que ya existían y a lo que se negaron.

Ante la posibilidad de perder la partida presupuestaria ofrecida por Fomento para las obras, el Ayuntamiento puso en marcha la maquinaria necesaria para el desalojo, incluso forzado, de la instalación. Y eso a pesar de que hace un año el gobierno local decía que ellos nunca procederían de ese modo.