Guillermo Vázquez: «El Internet de las cosas puede cambiar el modelo sanitario»

R. Domínguez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

La Sociedad Española de Informática en Salud analiza en el Chuac cómo aplicar las TIC's a la asistencia

11 may 2018 . Actualizado a las 10:40 h.

Como subdirector de Sistemas de Información del área sanitaria, Guillermo Vázquez González es estos días el anfitrión en el Chuac del foro de la Sociedad Española de Informática en Salud sobre Interoperabilidad, Internet de las cosas y salud integrada.

 -¿Qué es eso del Internet de las cosas?

-Se calcula que en el 2020 habrá 27.000 millones de cosas, de cacharrería, comunicadas a través de Internet. Desde los equipos de domótica de las casas, a las pulseras de ejercicio, los teléfonos... son aparatos cotidianos que tienen la capacidad de enviar cantidad de información a la Red y, además, interactuar: levantar las persianas, avisar de que el cartucho de la impresora se ha acabado o que la nevera está vacía y hay que hacer compra.

-¿Y la interoperabilidad?

-Es lo que hacemos tú y yo ahora, preguntando y respondiendo. Es lo que tienen que hacer los ordenadores: no solo obtener mucha información, sino que la entienda otro sistema. Que sea compartida y entendida

-Un ejemplo, por favor.

-Por ejemplo, la información que recoge la pulsera de ejercicio, que pueda ser entendida por el sistema sanitario si es necesario.

-Y esto en sanidad supondrá...

-La posibilidad de estudiar cosas que en salud tienen mucha repercusión. Se calcula que la biología determina del 20 al 22 % de la expectativa y calidad de vida, el impacto del sistema sanitario puede modificarla entre el 10 y el 15 %, pero es que más del 50 % depende del entorno y del estilo de vida, es decir, del medio ambiente y de cómo vivo. Estos datos hasta ahora se recogían como mucho en el diálogo en la consulta del médico. Los gases, la composición del suelo, si hay polen, si hago o no hago ejercicio, fumo, como mal o bien... El conocimiento sobre esos dos aspectos tiene más relevancia en la supervivencia que la sanidad y la propia genética. Así que tener y compartir información sobre ambos es fundamental.

-¿Y cómo integrar y procesar de forma útil tal cantidad de información de esos aparatos?

-Hay que darle un sello de calidad a los artículos que puedan tener validez desde el punto de vista de la asistencia, las básculas con Bluetooth, las pulseras... han de tener una señal que se adapte al lenguaje integrado. Y con la domótica, igual. Si en casa de un anciano pasan tres días sin abrir la nevera, a lo mejor debería saltar una alarma. Todos estos elementos del Internet de las cosas pueden generar información que, bien tratada e integrada, pueden hacer cambiar el modelo sanitario y también el social. Se puede usar un equipo de medida del entorno o incluso un aparato médico, como un tensiómetro, para recoger mediciones en tiempo real que pueden ayudar a afinar el tratamiento y las recomendaciones de salud.

-Parece todavía lejano.

-Estamos empezando, pero hay que ir sentando las bases de cómo lo vamos a hacer. ¿Vamos a esperar y que Google siga usándolo todo, todos los datos, o buscamos la forma de que sea útil para la sociedad?

«La receta electrónica es un ejemplo de interoperabilidad»

Asegura Guillermo Vázquez que la interoperabilidad ya permite que una imagen médica o una analítica captada en cualquier punto sea transmitida y entendida por todos los facultativos desde cualquier lugar. «Hablamos el mismo idioma», dice.

-La receta electrónica es un ejemplo de interoperabilidad. Se empezó primero con las farmacia, después con otras comunidades e irá progresando poco a poco a Europa. Lo mismo que la historia clínica, de modo que tú, gallega, te vas a la Feria de Abril, te pones mala y un médico pueda acceder a tus datos.

-¿Funciona ya en más campos?

-En hospitalización a domicilio ya pueden interactuar con el equipamiento electromédico, manejan la historia clínica en movilidad, a través de una tableta que, además, puede recibir datos del electro, de oxigenación... Hay más ejemplos. Se está intentando que Galicia tenga a todos los niños con diabetes tipo 1 en un proyecto de telemedicina, para conectar todos los glucómetros automáticamente, lo que evita errores de tecleado y, además, hace más accesible la información a sus familias y a sus pediatras.

-¿Y en proyecto?

-El Sergas se propone llegar este año al 50 % de los profesionales de atención primaria en los centros de salud con un programa para la atención a la cronicidad ligado a la cacharrería, al medidor de azúcar, de la tensión, de la saturación, etcétera.