Una de ellas se enfrenta a una sanción grave de entre 601 y 30.000 euros por desobedecer a los agentes y regresar al arenal tras ser desalojada
20 abr 2018 . Actualizado a las 10:02 h.La Policía Local de A Coruña denunció entre la mañana del pasado martes y el miércoles a una persona por saltarse los precintos de seguridad y de prohibición de acceso a las playas de la ciudad. La propuesta de sanción, debido a la gravedad de los hechos, oscila entre los 601 y los 30.000 euros, según informaron desde el Ayuntamiento.
De esta forma, el Ayuntamiento aplica la Ley Orgánica 4/2015 que tiene como objetivo la protección y seguridad ciudadana, sobre todo en lugares públicos y de ocio.
Esta reglamento tiene como otro objetivo evitar que las personas alteren las áreas de seguridad, delimitadas por vallas, cintas y otros elementos, dispuestas por los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Además de esta multa, los agentes del 092 denunciaron durante el período que duró la alerta naranja en el mar con olas de hasta seis metros a otras once personas. Estas también están acusadas de hacer caso omiso a las señales, incluidas cintas del perímetro de seguridad, puestas por la Policía Local para evitar que la gente bajase a los arenales y a las zonas costeras.
Sin embargo, estas 11 personas denunciadas, al igual que a las otras cinco a las que se les levantaron actas de infracción en el anterior temporal, se enfrentan a sanciones que oscilan entre los 100 y los 600 euros.
La mayoría de los sancionados no solamente incurrieron en la falta de obviar los precintos de prohibición para bajar a las playas, «senón que volveron á zona acoutada pouco tempo despois de ser desaloxados dos areais sen ser denunciados», según indican desde María Pita.
Los agentes procedieron a denunciar a cuatro personas a partir del mediodía del martes y a siete por la tarde y la noche de ese mismo día.
Atentado a la autoridad
Además, agentes del 092 detuvieron a las 23.15 del pasado martes a un hombre de 28 años que estaba causando daños en varios vehículos estacionados. Cuando los policías se dirigieron a él comenzó a insultarles y a escupirles, por lo que el joven tuvo que ser reducido y esposado.