De los futbolistas del Relámpago jugando con boina al local de los vecinos

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

16 abr 2018 . Actualizado a las 14:02 h.

«Este local fixémolo veciños de Castro e de Elviña. No ano 1979 mercouse o terreo, que son máis de 600 metros cadrados. Está a nome de tódolos propietarios e fíxose así para que non se puidera quedar con el unha institución». Esto explica en el bar de la sociedad cultural Tempo Novo Carlos López de la Iglesia, que durante la década de los años 80 fue el secretario de la entidad. Son unos 80 vecinos los dueños de un inmueble que empezaron a construir ellos mismos durante los fines de semana y en el que se pueden ver fotos del equipo de fútbol del Relámpago: «Ese é moito máis antigo, xa ves que hai algúns xogadores que xogaban con boina...», explica Carlos, mientras señala a otro vecino, Raúl, «que traballou moito aquí, botou moitas horas».

Destaca asimismo la intensa actividad cultural de una entidad que presidía entonces Emilio Jaspe (un policía local a quien los vecinos de Elviña le erigieron una escultura) y con la que colaboró especialmente Bernardo Valiño, fundador de la Romería Internacional, que en ocasiones organizaba actuaciones en Elviña. Entre estas últimas, evoca a un grupo británico de jazz al que Rogelio, un vecino socarrón, les espetó: «Oiga, e non podían tocar unha muiñeira». No la tocaron, pero «creamos unha banda de gaitas que se chamaba Os Rexumeiros, na que estiveron Bieito Romero, Susana Seivane... Era unha banda tremenda e os traxes do grupo foron feitos polas mulleres que se xuntaban polas tardes para coser». El nombre de la banda recuperaba el de una comparsa de carnaval que durante un tiempo funcionó en Elviña, mientras que en Castro había otra llamada Os Calaveras, «Os Rexumeiros eran antes que Os Calaveras», dicen.

El concierto de una orquesta de cámara en la iglesia de San Vicente o la donación de un cuadro que representa la batalla de Elviña por parte del librero Fernando Arenas son otras hechos que evoca Carlos López, que apunta como durante los años 90 bajó algo la actividad cultural. Destaca asimismo la importancia de la biblioteca con la que cuenta la sociedad, que se fue haciendo con numerosas donaciones, y que en lo últimos años las actuaciones que se programan durante verano siguen congregando a mucha gente «porque aquí estase moi ben e por iso veñen».