Ciudad Vieja: cerramos el fin de semana

Mila Méndez Otero
MILA MÉNDEZ A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Puntos de interés cultural reciben a los visitantes con la persiana bajada fuera del horario laboral

15 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos mujeres caminan por la plazuela de la Colegiata cuando las para un joven con acento italiano. «¿La iglesia cuándo abre?», les pregunta. En su guía no aparecen los horarios. Las vecinas no saben qué responder. «Hay misa a las diez», comenta una. «Parezco un guardia de tráfico con los turistas», reprocha la otra. El chico encoge los hombros y sigue su ruta. Es mediodía del sábado y se va sin conocer el interior del templo de finales del siglo XIII y emblema turístico de la ciudad. «Es digno de ver, con el altar de plata. Se tiene que conformar con hacerle una foto al crucero», observan las amigas.

Detrás de la iglesia, el local de la asociación Amigos dos Museos de Galicia sí tiene sus puertas abiertas. A su presidente, Felipe Senén, no le extraña la anécdota que acaba de producirse. «Os horarios teñen que estar en función do ocio da xente», afirma rotundo el arqueólogo. El que fue director del Museo Arqueológico de A Coruña entre los años 1975 y 1997, y después técnico en gestión cultural de la Deputación, dispara en todas las direcciones. A todas las Administraciones. «Organismos de cultura hai a tira. Unha consellería, unha concellería e ata un Consello da Cultura. O que falta é unha xestión profesionalizada», añade. Acude de forma altruista al bajo que suma 700 asociados. Muchas veces es la única referencia para los visitantes que pasean por la zona monumental. La Ciudad Vieja acoge un total de seis museos. Unos son de titularidad municipal: la Casa Museo María Pita y el Arqueológico en el castillo de San Antón, que cumple 50 años.Hay uno eclesiástico, el de Arte Sacro, está el Histórico Militar, la Casa Museo Emilia Pardo Bazán, en el inmueble de la Real Academia Galega, o el de la Fundación Luis Seoane.

Este último es el único de los museos que abre los domingos por la tarde en horario de invierno. Algunos tienen horario reducido los sábados, como el de Arte Sacro, o no abren, como la Casa Museo Emilia Pardo Bazán, cerrada también los viernes por la tarde. «Que sentido ten pechar estes días?», dice Senén, que reconoce que «para ampliar horarios precísanse medios». La otra cuestión que surge tras esta queja es de más difícil respuesta: ¿Tendrían demanda?

Muchos vecinos pasan de largo ante estos reclamos culturales.En la zona están también la iglesia de Santiago, la Casa de Rosalía de Castro o el Arquivo do Reino de Galicia. «Estamos a observar o recoñecemento dos museos fóra da cidade. O vínculo turístico á Cidade Vella ou á figura de Picasso chama especialmente a atención dos visitantes», informa Beatriz Doldán, directora de las Casas Museo municipales. Dice que hay que «seguir traballando para visibilizar a nosa historia», pero, más que ceñirse a una política de horarios, Doldán es partidaria de exprimir las posibilidades de los espacios: «Os horarios deben ir da man tanto da oferta da instalación como das actividades que hai na contorna. Facémolo así, por exemplo, na Casa Museo María Pita durante a Feira das Marabillas». El museólogo va un pasó más allá: «A museoloxía é unha ciencia que pon a proba a madurez cultural dun pobo. Un museo non é só abrir as portas dun edificio. É facer políticas de acopio e investigación das pezas, de difusión ou de recepción de visitantes».

Patrimonio ausente

Senén alerta sobre los fondos: «Como están gardadas as pezas descubertas no castro de Elviña? Que foi das coleccións da fábrica de Tabacos? E das do museo de Unión Fenosa? Alguén leva un inventario das obras das clausuras?». Tiene motivos, subraya, para preocuparse. «Hai un patrimonio que desaparece porque non hai unha política museística galega seria. Nas Bárbaras había unha pintura flamenca do século XVI da que non se sabe. Nas Capuchinas un San Francisco atribuído a Zurbarán, por non falar do Velázquez que vendeu unha familia da Cidade Vella». Obras que son, recuerda, el cimiento de la historia de la urbe.