Los trabajos comenzaron esta semana, se harán en tres meses y eliminarán las humedades
07 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Los andamios instalados en la Capela de San Roque en Sada suponen el arranque a unas obras que pretenden eliminar las deficiencias que presenta uno de los espacios culturales más singulares del municipio. El mal estado del inmueble era claramente visible, con desconchados en las fachadas. Las obras se adjudicaron a principios de año a Construcciones y Proyectos Abilleira, por un importe de 42.702 euros, rebajando el presupuesto inicial, que se había estimado en más de 60.000 euros.
Incluidos dentro de un plan de la Diputación Provincial del 2017, los trabajos tienen un plazo de ejecución de tres meses y contemplan el acondicionamiento de la cubierta, la impermeabilización de varios puntos, la renovación del revestimiento de cal y el pintado de las fachadas y el interior, además de la mejora de la forja del campanario.
Humedad
Las obras también pretenden eliminar el alto grado de humedad que tiene en estos momentos el edificio con la revisión del sistema de ventilación. En el acondicionamiento del interior destaca la reparación del suelo del coro y el falso techo de la entrada, que se había caído en parte.
Esta capilla, reconstruida en el año 2007, cuenta con una descripción en la fachada que la data en 1885. Tras su pasado religioso, este espacio se había acondicionado para acoger actividades culturales de pequeño formato y también como punto de informativo, recuerda la concejala María Pardo. Por su ubicación, en la plaza de España, la Capela se ha convertido en el lugar de referencia del municipio, compitiendo con la Casa da Cultura, aunque la limitación de su espacio y el estado del inmueble condicionaba sus usos, aunque ha acogido desde conciertos a exposiciones y conferencias. Los trabajos que comenzaron esta semana no modificarán los usos ni la distribución de la Capela de San Roque, además de conservar la estética del edificio.
El pleno respaldara en el 2016 el inicio del expediente para el cambio de nombre del inmueble, a propuesta del PSOE, para que pasara a llamarse Eduardo Fernández Rivas, en recuerdo de un pintor local fallecido en el 2015 y que llevara a cabo allí varias exposiciones.