El gobierno de A Coruña compró la oficina a su afín sin acreditar que valdría para vivienda
A CORUÑA
El PSOE critica que se siguiese adelante mientras se rechazaron ofertas por entregar documentación tarde
06 abr 2018 . Actualizado a las 20:07 h.El 6 de septiembre, el Ayuntamiento envió un requerimiento al firmante de la Marea al que finalmente compró dos propiedades por 145.865 euros tras un concurso público. El escrito decía que el ofertante «tendrá que justificar que el inmueble ofertado es de uso residencial o, en su caso, que es posible el cambio de uso de comercial a vivienda».
El escrito se refería al ático situado en la cuarta planta de la calle Joaquín Martín Martínez. Se trata de un cuarto sin ascensor por el que María Pita pagó 54.575 euros y que figuraba inscrito en el registro de la propiedad y en el catastro como «local comercial» y «oficinas», además de que no alcanzaba la superficie mínima exigida en el concurso, según esos y otros documentos.
El vendedor contestó al requerimiento con un escrito que lleva fecha de ese mismo día, el 6 de septiembre, en el que afirma, de manera literal: «El cambio de uso piden en urbanismo tener ascensor, pero ahora ya está aprobado por los vecinos el ponerlo».
Esa es la única justificación a la solicitud que han podido encontrar los partidos de la oposición en el expediente del concurso público, que han revisado ante la aparición de posibles irregularidades en el procedimiento.
A pesar de ello, y de que el requerimiento indicaba que «en caso de que no aporte la documentación requerida anteriormente, se le tendrá por desistido», el procedimiento siguió adelante.
El 3 de octubre del 2017, el Ayuntamiento emitió un informe de situación urbanística de los inmuebles ofertados en el que se recoge que el ático de Joaquín Martín Martínez «se encuentra registrado como oficina». El texto recoge que, «consultado el servicio de licencias», se informa que en los inmuebles situados en esa zona «el cambio de uso está permitido», pero se insistía en que las obras «deben cumplir la normativa vigente en materia de habitabilidad y accesibilidad, que deberá recogerse en el correspondiente proyecto técnico».
El tramite, al Ayuntamiento
Esos extremos no estaban acreditados en otros documentos del expediente. Es más, el pasado 7 de febrero, después de que el gobierno local efectuase la compra de las propiedades, el Ayuntamiento inició los trámites para convertir el local comercial del afín a la Marea en vivienda. Lo hizo a través de una «solicitud de informe para cambio de uso en inmueble municipal», en el que se solicita a los servicios municipales la «documentación» y «actuaciones necesarias para efectuar el citado cambio de uso».
Otra oferta rechazada
El concejal socialista José Manuel Dapena afirmó el miércoles que esas deficiencias podrían haber afectado a la libre concurrencia. El edil señaló que, aunque se le requirió, el ofertante no presentó documentos que acrediten que la oficina puede transformarse en vivienda, como indicaría el hecho de que los informes han sido encargados por el ejecutivo después de la compra. Pero a pesar de faltar esos justificantes, el proceso siguió adelante y el gobierno local autorizó la adquisición del inmueble.
Esas circunstancias contrastan con lo ocurrido con otras ofertas, como la de una vivienda en el número 54 del Lugar de Nostián, que según un acta municipal del 5 de octubre fue excluida del proceso porque «o ofertante presentou a documentación fora do prazo concedido no requerimento de subsanación. Considérase que ao tratarse dun procedemento en réxime de concorrencia competitiva, non se pode admitir documentación fóra de prazo, xa que isto podería prexudicar os dereitos do resto dos ofertantes do procedemento».
«Deben reflexionar sobre su cheque en blanco a la Marea»
La portavoz del PP, Rosa Gallego, celebró que el PSOE secunde su exigencia de que la compra de viviendas sea revisada por el Consello Consultivo, y destacó que Dapena señaló de forma «clara» las «irregularidades» del proceso que ellos también denunciaron. Por ello mismo, instó a los socialistas a «reflexionar sobre el cheque en blanco que han dado a la Marea», y señaló que las consecuencias de esa conducta, como el «amiguismo», están a la vista.