La Escondita: brasas de encina y cocción perfecta en cada plato

A CORUÑA

ANGEL MANSO

En sus hornos cabe de todo, desde carnes hasta pescados sin olvidar el marisco o las verduras

23 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El aroma a fuego y madera que te invade nada más cruzar el umbral de la puerta se ha convertido en uno de los sellos de identidad de La Escondita, un restaurante que abrió sus puertas hace tres años y medio en una esquina de la plaza de María Pita y que ha logrado convertirse en una de las referencias de la ciudad de productos a la brasa. «Soy un enamorado del pescado a la brasa y quisimos hacer algo con ellos porque cuando abrimos todavía no había muchos sitios en los que poder degustarlos de este modo», comenta Óscar Hermida, uno de los propietarios y la cara visible en la sala.

En los fogones está Óscar Asensio, la otra mitad del negocio y el encargado de idear los platos y darles los puntos de cocción precisos. Por sus hornos de brasa alimentados con leña de encina pasan todo tipo de productos, entre los que destaca el pescado, aunque también hay sitio para los mariscos, verduras, carnes e incluso algún postre. «Nuestro producto estrella es la lubina salvaje, pero dependiendo de la lonja también ofrecemos rodaballo, palometa roja… En carnes no puede faltar el cochinillo o la vaca gallega y como entrantes funcionan muy bien los mejillones», explica con orgullo. Su carta esconde otras sorpresas como las colas de gambón, las croquetas al ajillo con alga codium y, en temporada, ­-actualmente los tiene en carta- los tradicionales calçots con salsa romesco.

El boca a boca y el producto de calidad impulsaron a este coqueto y acogedor local, en el que durante la semana se puede degustar un menú de 13 euros con propuestas de lo más resultonas.