«Los robos son a plena luz del día y en festivos, no duermo pensando en Semana Santa»

Mila Méndez Otero
mila méndez A CORUÑA / REDACCIÓN

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

La tienda de Héctor en San Andrés lleva abierta menos de un año y ha sufrido ya cuatro robos

22 feb 2018 . Actualizado a las 11:35 h.

Este es el quinto intento, la quinta vez que Héctor respira profundo y hace acopio de fuerzas para volver a empezar. Después de años trabajando por cuenta ajena en multinacionales textiles, en abril emprendió una nueva aventura. Su proyecto más personal, una tienda de ropa multimarca en la calle San Andrés, Kokoro Concept Store. Sin embargo, su mayor enemigo no resultaron ser ni los gigantes de la moda ni el comercio electrónico, sino la delincuencia callejera que se ha cebado con su local. Desde mayo hasta ahora le han roto las lunas del escaparate en cinco ocasiones. En una por una pelea, en las otras cuatro las reventaron a conciencia para robar la ropa del escaparate. Por fortuna, no lograron entrar en el interior del local. «La puerta de la tienda, y también la de la entrada del edificio, está entre las dos galerías que sirven de vitrina, por eso no puedo colocar una verja. Llevo gastados unos 6.000 euros en reparar los desperfectos, comprar cristales nuevos y reemplazar la ropa. Tengo seguro, pero no se puede vivir así», denuncia Héctor Pombo. Todos los robos, detalla, se produjeron «a plena luz del día y en festivos. El primero fue en San Juan, el segundo en Halloween, el tercero en Año Nuevo y el último en carnavales. No duermo pensando en que se acerca Semana Santa».

En realidad, nunca se va a casa tranquilo cuando cierra por la noche. «Solo cogieron al ladrón esta última vez. Rompió el escaparate y entró. Eran las nueve de la mañana. Una vecina lo escuchó y llamó a la policía. Escapó a tiempo pero regresó más tarde a por más cosas y fue ahí cuando lo cogieron», relata. Acaba de abrir tras unos días cerrado temporalmente tras el último ataque. Lo peor, continúa, es que sigue tan expuesto como la primera vez. «La policía me ha dicho que no da abasto y que a ver si tengo suerte y no me vuelve a pasar. A mí eso no me reconforta», subraya. Héctor, al igual que denuncian plataformas como Somos San Andrés, echa en falta más patrullas «disuasorias», ya que, insiste, «esto es el centro. Si los locales cierran, la gente no viene. Los comerciantes deberíamos estar más unidos. No culpo tanto al Ayuntamiento. Es importante incluso que los dueños de los bajos se conciencien y no impongan alquileres desorbitados». Él no se va. «Si lo llego a saber no vengo. He pensado en cambiarme, pero cuando abres un negocio haces una inversión grande que se recupera en años, no en meses». Héctor seguirá aportando así su granito de arena para «revitalizar San Andrés».