La asamblea se limitará a refrendar un equipo seleccionado de forma discrecional
28 ene 2018 . Actualizado a las 12:19 h.Hoy se conocerán los resultados de la votación celebrada en el seno de la Marea Atlántica para reformar los estatutos con los que alcanzó el gobierno local en el 2015. Solo hay una propuesta para retocar los textos, por lo que casi sin ninguna duda será aprobada. Fue presentada por un colectivo denominado Lanzadeira, formado por 56 personas, entre ellas los concejales más próximos al alcalde, Xulio Ferreiro, y su jefe de gabinete, Iago Martínez.
La reforma de Lanzadeira modificará el sistema de elección de la candidatura para las municipales del 2019, facilitando que sea controlada por el sector más próximo al regidor y sus fieles.
También se introducen cláusulas que vetarán la presentación de candidaturas por parte de cargos electos en anteriores mandatos o en otras instituciones, lo que evitará que la lista que encabece Ferreiro compita con rivales con proyección pública y peso en la organización.
Pero además la normativa prevé la formación de una dirección permanente, similar a la de los partidos tradicionales. En este mandato, la Marea ha estado liderada por la Rede, como se llama la asamblea de la formación. No ha contado con un presidente, secretario general o responsable local, como tienen PP, PSOE y BNG, rodeado de un equipo y con un portavoz que transmita los puntos de vista del partido.
Esa falta de estructura ha desdibujado la presencia pública de la Marea, pero ha afianzado la figura del alcalde, Xulio Ferreiro, que ha sido el portavoz oficial del gobierno y oficioso de su partido.
La nueva normativa prevé la formación de una coordinadora, similar a las ejecutivas de los partidos tradicionales, habilitada para tomar acuerdos vinculantes para toda la organización.
Fase iniciática para ir a la Rede
Estará integrada por entre 12 y 16 personas. Hasta el 30 % podrán ser cargos electos o personal de confianza en las instituciones. El resto deberán tener «participación activa» en la Marea.
Es decir, algo más que simples firmantes del manifiesto político. Rubricar ese documento garantiza el derecho a votar y presentarse a distintos procesos internos del partido. Pero la participación activa exige firmar y haber completado «un proceso de benvida e acompañamento que será aprobado pola Rede e que será preceptivo para a incorporación progresiva á mesma».
Otra mecánica de elección
Aunque los partidos de la órbita de Podemos y las Mareas han defendido en reiteradas ocasiones las elecciones primarias para dar voz a la militancia en la organización interna de los partidos, la nueva coordinadora no se elegirá mediante ese sistema.
Según la propuesta de Lanzadeira, la primera Rede que se celebre tras las votaciones de este fin de semana elegirá «un grupo paritario de persoas, o Grupo de Proposta», que tendrá por objetivo «a busca de persoas idóneas para a coordinadora, da que non poderán formar parte». Cuando tengan a los elegidos, harán «unha proposta de coordinadora á Rede», que decidirá si la ratifica, para lo que precisará un 75 % de apoyos. En caso de que la rechace se abrirá un plazo de presentación de candidaturas ante la Rede, que elegirá una por mayoría simple en su siguiente sesión.
La primera coordinadora estará vigente durante un año, y tendrá entre sus primeras tareas redactar su propio reglamento de funcionamiento y renovación. Incluso sin ellos, tendrá una gran influencia en la organización, ya que será la encargada de convocar la Rede y decidir el contenido de las asambleas, pudiendo rechazar que se incluyan puntos del orden del día, incluso los que propongan los componentes de la propia Rede, que necesitarán reunir diez firmas para ello.
Las nuevas reglas abrirán la puerta a que se supere el límite salarial de 40.000 euros
El anterior reglamento de la Marea Atlántica limitaba los sueldos de los cargos electos y del personal de confianza del partido a 40.000 euros. De los concejales, solo el alcalde alcanza esa cifra. Los otros nueve ediles perciben 35.000 euros al año, la misma cantidad que su jefe de gabinete.
Ferreiro ha reconocido en ocasiones que esa cantidad ha limitado la capacidad del gobierno local para contratar personal especializado. De hecho, ese límite ya ha sido vulnerado. Los nueve directores de área nombrados por el ejecutivo municipal perciben unos 60.000 euros cada uno.
El nuevo reglamento flexibilizará las limitaciones salariales. El máximo de 40.000 euros se actualizará en el 2019 en función de las «cargas familiares», la variación del «coste da vida» y los acuerdos resultantes de la negociación salarial a nivel estatal. A partir de ahí se generará una tabla salarial «que se adaptará ás competencias e responsabilidades asumidas por cada unha das persoas». No hay un límite concreto a esa adaptación salarial, que deberá ser aprobada por la Rede, la asamblea del partido.
Esa flexibilización de los sueldos se compagina con otras cláusulas que también aligeran las obligaciones de los cargos electos de la Marea. El anterior reglamento les prohibía aceptar cualquier tipo de privilegio, regalo u obsequio que se les entregase en relación con su puesto. Sin embargo, la nueva normativa les obliga a renunciar a los obsequios «que teñan un valor maior de 50 euros e a privilexios materiais, coa excepción daqueles que cumpran unha función puramente protocolaria».