Contrastes navideños

Diego Utrera PLAZA PÚBLICA

A CORUÑA

08 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos días tuve ocasión de ver en la pantalla de la televisión unas imágenes hiperrealistas de José tirando de una mula que llevaba a María en busca de un refugio donde alumbrar a Jesús.

Los personajes, que apenas se vislumbraban en una noche anticipada por el ocaso y el polvo del desierto, se veían envueltos por el elocuente ruido del viento y de los pasos de la mula en un suelo pedregoso.

El gesto de José tirando de la mula describía su angustia ante la premura del anochecer y su callado sufrimiento por el rechazo experimentado en su búsqueda de alojamiento. El resumen de esta historia es el de la absoluta soledad, dolorosamente silenciada, que se siente en momentos de necesidad ante la indiferencia, cuando no el rechazo, de los demás.

Déficit de solidaridad

La Navidad está repleta de contrastes y paradojas, es época de encuentros y solidaridad, el momento del año en el que las familias se juntan para pasar estas fechas tan señaladas. Tras el vaho de los cristales de las ventanas está el exterior, territorio cruel de los inquilinos del cielo más negro, de los usuarios de cartones y cajeros que arrastran su soledad y su miseria a la vista de nuestras conciencias. De un lado, la alegría y el calor de la compañía. Del otro, la tristeza y la gélida soledad de quien no tiene a nadie, aterrador contraste. Y balance deficitario de la solidaridad.

Dispendio

La Navidad es también la imagen del dispendio: cómo vestir la mesa de gala, cómo envolver los regalos, las cestas de Navidad, el banquete en familia o entre amigos… El desarraigo y la pobreza no tienen cabida en esta imagen del espíritu navideño.

En su obra Mamá Noel, Michel Tournier describe la Navidad como una fiesta de angustia y soledad, como para advertirnos de que, en medio de cenas opulentas y montañas de regalos, nuestra condición humana aguarda aún la redención prometida.

Mientras tanto, solo quería recordar que vivir sin techo, en la calle, reduce la esperanza de vida entre un 20 y un 30 %.