El Materno concede permisos para que los niños pasen la Navidad en casa

R. d. Seoane A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

Salidas temporales, menús especiales y regalos alivian las fiestas en los hospitales

22 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si nunca es buen momento para enfermar, menos aún en Navidad. Lo saben bien en el Chuac, donde llegadas estas fechas procuran facilitar, en la medida de lo posible y siempre que la salud lo permita, que en la mesa de Nochebuena ninguna silla quede vacía. Aunque sea como un paréntesis y por unas horas, se indulta con permisos temporales a todo el que pueda sentarse sin riesgo para su bienestar, sobre todo cuando se trata de niños. De igual forma, la actividad quirúrgica programada se ajusta al máximo y, si no se trata de casos urgentes, se adaptan las fechas para que el paso por el quirófano no coincida con las citas claves con la familia.

 «No es un alta médica, es un permiso por tratarse de un día especial y siempre y cuando el estado clínico del niño lo permite», explica Lorena Souto, supervisora del Hospital de Día del Teresa Herrera. Por ejemplo, para un pequeño desplazado de otra provincia, se las han ingeniado para colocarle un apósito especial, de modo que no tenga que estar en el Materno para la cura diaria.

De cualquier forma, este año, como el anterior y el que viene, alrededor de un millar de personas no podrán cenar el 24 en sus casas, ni comer en Navidad, ni tampoco tomar las uvas el 31 ante la tele de su salón o pasar la noche de Reyes esperando la magia de los regalos. Lo tendrán que hacer, obligados por la enfermedad, en los centros del complejo hospitalario coruñés, que en estos días se las ingenia para aliviar la estancia con actividades y gestos especiales. Como el de los 200 trabajadores de la cocina del Chuac, que elaborarán 2.500 menús para señalar la Nochebuena y la Nochevieja en las bandejas que llegarán a las camas de los pacientes ingresados. Con el medio millar de trabajadores sanitarios que estarán en sus puestos, podrán brindar, aunque sea sin alcohol.

Visitas sorpresa de Star Wars, los jugadores del Dépor y los Magos

Si a la hora de cenar las fiestas se notarán en el Chuac con menús de salpicón de marisco, crema de langostinos, entrecot al queso de Ulloa, rape a la molinera, rodaballo o turnedó, el Materno centra buena parte de los esfuerzos del personal para entretener la convalecencia y hacer que la Navidad no deje de serlo por estar ingresado. Ayer mismo, una fiesta infantil convirtió la tarde en diferente con el reparto de peluches, un concierto de panxoliñas de la escuela de tuba del Conservatorio, la obra de Ronsel Alicia en Broadway y las actuaciones de Hospilandia y el voluntariado de Santa María del Mar y la Cruz Roja.

Pero habrá más. El día 24 el mago Rebo-Rufus se pasará por las habitaciones de los niños, que han podido ver ya a los moteros de la Papanoelada y a la gente de Sonrisas Pelonas. Hasta el 6 de enero habrá visita de los personajes de Star Wars, de los jugadores del Dépor, se celebrarán concursos de postales, talleres del cubo de Rubik y hasta Melchor, Gaspar y Baltasar han prometido que su primera parada será, por supuesto, en el Materno.