Guitarras eléctricas, cuero negro y mucho ritmo. Locales como el Forum Celticum, Café Lanzós, Hangar, El Apeadero o el Pub Momo se ponen al servicio de la música. Grupos de versiones y de repertorio original se alternan en sus escenarios
07 dic 2017 . Actualizado a las 17:07 h.¿Vives en Cambre, Betanzos, Culleredo, Arteixo o Carral y te gusta roquear? Pues lo puedes hacer al lado de casa sin problemas. Unos con más ruido, otros con menos, poco a poco se ha construido en la comarca coruñesa una ruta muy especial. La componen salas de conciertos, pubs que acogen actuaciones y bares que obsequian a sus clientes con raciones de guitarras. Su éxito es notable y los ecos van más allá del puente de A Pasaxe. O más lejos todavía. «Al Forum viene gente de todas partes. Estos días, por ejemplo, me llegaban mensaje de Asturias preguntando por las entradas de uno de los conciertos que tenemos esta semana», indica Marcos Teijido.
Regenta el Forum Celticum, un local que lleva ya 19 años en activo. Se trata de la gran referencia de la música en directo de Culleredo. «Empezamos muy ligados al folk, por aquello de que abríamos enfocados al típico pub irlandés. Pero, poco a poco hemos ido evolucionado a lo de ahora, donde hay muy poco folk y muchísimo rock», señala.
Los últimos nombres que han pasado por allí (Screams On Sunday, Star Mafia Boy, Víctor Aneiros,...) lo certifican. Lo que ya está apalabrado para el 2018 (Hellsingland Underground, Quireboys o Masterplan) indica que no van a cambiar la dirección. «Hay apuesta por el lado internacional, que desde que está programando Fernando Tanxencias se incrementa. Todo sin renunciar a los grupos de versiones. Los Mecánicos, por ejemplo, pusieron el local patas arriba hace dos semanas.
El responsable del Forum Celticum asegura que los conciertos genera muchos gastos y «no son demasiado rentables», porque «ganas en uno y otro te sale rana».
Los viernes, cita en Betanzos
En Betanzos Adolfo Sánchez, del Café Lanzós, hace un balance similar con el dinero: «Con unos ganas algo, con otros pierdes, esto es una apuesta de largo recorrido porque somos un sitio pequeño y cuesta». En su caso lleva nueve años acogiendo conciertos todos los viernes. «Ya hay gente que viene a lo que haya y, si le gusta, se quedan», explica. Ente su escenario interior y los conciertos que ofrecen en la terraza cuando el tiempo acompaña han pasado nombres como Vargas Blues Band, Red House, Amaro Ferreiro, Joaquín de Iguana Tango, tres componentes de Los Inhumanos o Pablo Perea (La Trampa). Y algún detalle entrañable: los coruñeses Moondogs Blues Party ofreciendo allí el último concierto de su trayectoria.
La iniciativa, que empezó un poco de casualidad («vino un músico y me dijo si podía hacer un concierto y probamos»), no tiene visos de detenerse. Ya tienen patrocinador, clientela fija y una onda expansiva generada por todos estos años de trabajo constante. Su pequeño local, coqueto y acogedor, se ha convertido en otra referencia cuando desde fuera se mira a la provincia de A Coruña: «Nos llama gente de Gijón, Bilbao o Valencia para venir a tocar. No para de sorprenderte».
La cosa va más allá del rock y la noche: «El sábado que viene por la tarde vamos a poner unas luces de Navidad el árbol que hay fuera del local, con artistas cantando góspel. Lo hicimos el año pasado y a la gente, que viene con niños, le gustó mucho». En primavera y verano, con el buen tiempo en su programación también florecen las sesiones vermú.
Motos y guitarras eléctricas
Nos vamos a Arteixo. En Vilarrodís se encuentra el Hangar, un pequeño paraíso motero. Y también roquero. «Este local tiene mucha relación con el mundo de la moto y creíamos que lo de los conciertos faltaba», explica Lola Barragán. Desde hace ocho meses se ha sumado al proyecto hostelero originalmente impulsado por Manuel Fernández. «Somos moteros roqueros, pero aquí estamos abiertos para todo tipo de público», se ríe.
¿Qué se puede ver en su escenario? «Bandas como Jackie Brown, Huella o Juego Sucio, todo muy enfocado al rock y las guitarras eléctricas. Para nosotros esto no es un tema de dinero, porque los conciertos no dan. Lo vemos como un compromiso con nuestra clientela y un gancho para que otra gente venga aquí», explica la hostelera. Lo han logrado. «Viene gente de Ferrol o A Coruña. En verano mucho más, porque la gente de las motos se mueve mucho más en verano y nos llegan de todas partes».
Recuperando la fiesta en Carral
El pub Momo de Carral, ligado a la cervecería A Boa Cerveza, ha resucitado en los últimos meses una tradición que parecía haberse perdido: acoger conciertos. Aunque aquí no solo manda el rock, han actuado formaciones como Ruta 77 o Los Claretes. «Esto aún funciona ahora mejor que antes», asegura Jose Antonio Brea. Lo mismo ocurre en el Apeadero de Cambre, que recientemente ha acogido a Jackie Brown y seguirá en esa línea.
Más allá de salas concretas hay un grupo que está en boca de todos: Los Claretes. Son la banda estrella de la comarca. Su modo de versionar a clásicos del rock encanta a la gente. La semana pasada estaban en As Rodas, en Guísamo y, una vez más, lo pusieron todo partas arriba.
Los encargados de menear la música en Sada
Siempre tuvo Sada un toque roquero. Los más viejos del lugar recordarán el Moby Dick, en donde se podía escuchar sin problemas a grupos como The Cynics o Fuzztones en los primeros noventa. Los integrantes de Esperto - Lorena Suárez Castelo, David Suárez Ansede (Geppe) y Carlos Babío- lo saben y, en cierto modo, pretenden reimpulsar musicalmente su municipio. «En Sada siempre hubo un germen de artistas con ganas de ofrecer cultura al pueblo, encabezado por Lito Moby Dick, un germen que parece se está recuperando», reflexiona Geppe.
Ganas no faltan. Obstáculos, tampoco. «Se está perdiendo el hábito de asistir a música en directo, sobre todo en invierno -reflexiona-. La falta de locales que tiempo atrás apostaban por los conciertos es otro motivo». Pero hay muchos más, que trascienden a Sada. Geppe los enumera: «La vagancia, la apatía, el fútbol, el no dar una oportunidad a lo diferente, son los principales».
Ante ello Lorena, Geppe y Carlos se rebelan. Y desde su asociación Esperto (que va mucho más allá de lo musical, abarcando todo tipo de creación) llevan meses regando Sada de conciertos. Constatan que los años pesan. Se impone, curiosamente, un horario atípico: «Los conciertos que hacemos en sesión de tarde están dando mejor resultado que los de la noche, que tampoco funcionan mal».
Entre los artistas con los que han trabajado se encuentran La Dance, Nastasia Zürcher, Playa Cuberris, Mike Churches, Som do Galpom o Silvia Penide. Como se puede ver, se trata de un abanico lo suficientemente grande como para no poder reducirlo a una línea concreta. «En Esperto toda la música tiene cabida, no cerramos las puertas a ningún estilo, siempre y cuando haya profesionalidad y calidad», advierte.
El esfuerzo ya está empezando a dar su fruto. «Poco a poco nos vamos haciendo un nombre y atrayendo a gente de fuera de nuestro pueblo, uno de nuestros principales objetivos. El futuro de Esperto es crecer y crecer, ofrecer una variada programación cultural, no solo en Sada, allá donde podamos llegar».
Festivales: del Rock in Cambre al Touliña Pop
Mucho antes de que existiera el florido panorama de festivales que se puede ver actualmente en España y Portugal, aquí se podía disfrutar del Rock in Cambre. Evento sin ambigüedades ni eclecticismos imposibles, lleva ya 27 años entregado al rock recio y sin florituras.
Es el festival de Barón Rojo, Los Enemigos, Loquillo, Soziedad Alkohólica, Los Suaves, Barricada, Obus, Mägo de Oz o M-Clan. Incluso hubo un año, el 2012, en el que se alió con el Brincadeira acogiendo a clásicos internacionales como Status Quo. Eso sí, sin demasiada fortuna: el matrimonio no duró más que un año.
Se celebra en agosto y el año pasado contó con la presencia de El Drogas (excantante de Barricada) como principal reclamo. Además, estuvieron Ruxe Ruxe, Konflikto, Nao, Os Diplomáticos de Monte Alto y Agoraphobia. Su carácter gratuito y popular hace que todos los años atraiga a miles y miles de personas. Estas, además, pueden ver a grupos noveles de la zona.
Mucho más joven es el Basticore, que tiene lugar en Oleiros, concretamente en el skatepark de Bastiagueiro. Se enfoca estilísticamente al hardcore y sus derivados.
Crece año a año. En su edición del pasado verano, celebrada el 29 de julio, actuaron Cuchillo de Fuego, Bulto, Stoyka, Please Wait, Moura, Invasive Sessións, Theta Waves, Ordesa y Super Busty Samuray Monkey.
Otro evento joven y tremendamente singular es el festival del Loro Facu. Arrancó su andadura en Miño hace dos años honrando al loro que vivía al lado del Ayuntamiento y que solía cantar La Cucaracha. Falleció en el 2015 y los organizadores del festival perpetúan su memoria de esta manera. El rock también manda, aunque el cartel es variado. Este verano pasaron por allí Siniestro Total, The Parrots, Three Blind Crows, Guerrera y Terbutalina.
Los caídos en batalla
En el mundo de los festivales se necesita perseverancia y continuidad. No siempre se ha dado. Por el camino han caído eventos como el Sardines On Fire de Sada, el Festival del Pasatiempo de Betanzos o el Teixeiro Rock. Frente a ello, aparecen propuestas debutantes que aspiran a repetir en este 2018. Así ocurrió el verano pasado en Miño con el Free Riders Festival, que ligada la cultura de la motos con la música. Este apartado se dejó en manos de Sex Museum, The Godfathers Loy Reyes & Rockin’ Corsarios, Hellbuckers, y Dead Bronco.
También dio sus primeros sonidos el Touliña Pop en Sada, un evento pequeño pero con ganas. Lo hizo con El Monstruo, The Government, Fogbound, Cápsula y Los Chicos. Todo ello se completó con sesiones de dj’s.