El botellón dejó en Méndez Núñez kilos de basura y destrozos en el Copacabana

a. mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

El establecimiento volvió a amanecer con cristales rotos, pintadas en su fachada y olor a orines en todo el perímetro

29 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Parece mentira, pero es un problema tener un establecimiento público en el corazón de los jardines de Méndez Núñez. Porque cada vez que hay botellón, que lo hay todos los jueves, viernes y sábados, hay vandalismo.

En la cafetería Copacabana ya no saben qué hacer, más que pedir mayor presencia policial o la instalación de cámaras de seguridad en la zona como medida disuasoria. Porque los destrozos que llevan sufriendo, sobre todo en los últimos años, son muchos y costosos. Por ejemplo, las pintadas que realizan los vándalos en las paredes de mármol, «imposibles de limpiar». También rompen sus cristaleras. De hecho, en una parte han decidido cambiar el vidrio por pantallas fijas. Las plantas que rodean el perímetro del establecimiento son asimismo víctimas de los orines, «por no hablar del mal olor que hay todas las mañanas tras el botellón, que nos obliga a limpiar concienzudamente toda la zona», denuncia la propietaria del negocio.

¿Hay presencia policial en la zona? «Sí, pero no es permanente», cuenta la hostelera. Si bien es cierto que hay policías de paisano y, en ocasiones, un coche patrulla de la Policía Local, «en cuanto se dan la vuelta, los vándalos vuelven a hacer de las suyas».

Las molestias a los empresarios de la zona van más allá del vandalismo. El ruido que produce el botellón lleva a muchos clientes del hotel cercano a quejarse por no poder dormir. Y eso ocurre cada vez que cientos de jóvenes toman los jardines y el palco de la música.

Los intentos de la policía por controlar y poner freno al vandalismo -control de consumo o tenencia de alcohol a menores- «no logra parar esto», cuenta la responsable de la concesión del Copacabana. Es más, siente que en el último año los destrozos fueron a más.