La frágil alianza Marea-PSOE se debilita

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

El apoyo socialista al Gobierno en Cataluña y las diferencias en el área metropolitana agrietan su relación

23 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro meses de idilio después, la frágil alianza entre la Marea y el PSOE, que en los últimos meses permitió aprobar varios cambios en las cuentas de este año y las ordenanzas fiscales, muestra señales de debilidad. Pero todo indica que aguantará al menos hasta enero, cuando debe estar listo el presupuesto del 2018.

Las divergencias más sonoras se produjeron este fin de semana, a raíz de la decisión del Gobierno central de aplicar el artículo 155 en Cataluña. El apoyo socialista a esa decisión provocó críticas abiertas de los ediles de la Marea. La más explícita fue la titular de Igualdade, Rocío Fraga, que en las redes acusó al Partido Socialista de «abrirlle a porta ao pasado máis escuro» y remató su mensaje con un «non pasarán».

Le contestó la socialista Yoya Neira, hasta ahora considerada la componente del grupo socialista más partidaria de colaborar con la Marea frente al PP. Neira retó a Fraga a renunciar al apoyo del PSOE para gobernar María Pita. Su mensaje no tuvo respuesta.

Pese a su espectacularidad, es improbable que el enfrentamiento preceda a una ruptura. Desde el gobierno local señalaron que los pactos con el PSOE «están traballados sobre asuntos concretos e de interese xeral para a cidade. Confiamos en que siga a ser así». En el grupo socialista tampoco creen que vaya a ir a mayores. Pero nada es descartable si la tensión aumenta y la Marea calca la estrategia de Podemos de presionar al PSOE.

El área metropolitana

La cuña. A largo plazo, la frágil alianza corre más peligro por las diferencias en el área metropolitana, que la Marea plantea como una de las banderas de su mandato. El alcalde, Xulio Ferreiro, reactivó ese proyecto días después de que el presidente de la Xunta anunciase un acuerdo para garantizar la titularidad pública de La Solana y los muelles de Batería y Calvo Sotelo, limitando el potencial político de esa reclamación para la Marea, que la tenía como otra clave del mandato.

El PSOE, cuyo voto es imprescindible para lanzar el área metropolitana tiene muchas reticencias sobre el proyecto. Entiende que parte de los servicios que podrían gestionarse a través de ella ?como la distribución y tratamiento del agua o el reciclaje de residuos? ya funcionan de forma metropolitana, y apuesta por crear un ente administrativo para organizar el transporte entre municipios. Pero duda que sea necesaria una nueva institución política, y el último informe de la UDC, que propone una estructura política con un pleno de 51 miembros ?mayor que el de la Diputación? solo ha contribuido a agrandar las reticencias.

Los presupuestos

Pacto casi seguro. Si hay ruptura será probablemente tras sacar adelante las cuentas, a tiempo para que entren en vigor en enero del 2018. Le conviene al gobierno local que, tras dos años aprobando el presupuesto con cinco meses de retraso, podría así mejorar su escuálida ejecución de inversiones públicas, que está lastrando el empleo en la ciudad.

¿Le conviene al PSOE? José Manuel García justificó en el pleno su actitud pactista tan cerca de las elecciones como una forma de poner la ciudad por encima de intereses de partido. Pero hay más, la aprobación de las cuentas anularía la estrategia que la Marea siguió en los dos años anteriores de denunciar un «bloqueo» de la oposición; sobre todo si no logra mejorar de forma significativa las cifras de ejecución.

Las entrañas del PSOE

Obsolescencia programada. Ese término, definido como la programación del fin de la vida útil de un producto, podría aplicarse a la frágil alianza. Será difícil que la armonía sobreviva a la precampaña de las municipales, que está a la vuelta de la esquina. Lo más probable es que los lazos empiecen a romperse cuando el PSOE supere procesos internos, antes de primavera, y cuente con un nuevo secretario general y un candidato a la alcaldía. La principal dificultad entonces será dar un giro al discurso de dejar a un lado los intereses partidistas, pero de una forma u otra tendrá que ocurrir.

¿Quiénes estarán al frente del PSOE? Suenan varios nombres. Uno es Juan Díaz Villoslada, pero sus posibilidades bajaron tras la derrota en las primarias gallegas frente a Caballero. No se descarta a José Manuel García. Juega a su favor ser el portavoz, pero tiene en contra que no se afilió hasta este mandato. Parte del sector provincial apuesta por el rector de la UDC, Julio Abalde. Otros hablan de militantes como Inés Rey o algunos de los Arangüena, pero nadie ha dado un paso al frente en público, y todo indica que nada se moverá hasta pasadas las primarias provinciales.