Mucha rotación y 16 locales cerrados en la calle Real

B. Capelán A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El comercio local cede ante las franquicias, y los cambios se vinculan al alto precio del alquiler en una de las zonas más transitadas

22 oct 2017 . Actualizado a las 22:45 h.

La calle Real, una de las vías peatonales más emblemáticas para los coruñeses y, sobre todo, para su comercio, lleva años de capa caída. Es algo evidente. Sin embargo, en el último año se ha frenado levemente el ritmo de cierres de comercios en la zona. Concretamente, el pasado año había 17 bajos que estaban cerrados a cal y canto o se alquilaban. Este año hay que quitar solo un número a esa lista, que se queda en 16. Pero la situación no es tan sencilla, pues hay tiendas que han abierto en el espacio donde hace 12 meses había otro negocio.

La calle Real tiende, por tanto, a una rotación de sus comercios, con casos de tiendas que no llegan a durar ni un año y medio en la zona, como es el caso de la churrería La Real, que heredó el bajo que antes tenía Llaollao, pero ya ha sido clausurada. El resto de establecimientos inaugurados durante el último año y medio se encuentran en locales que habían cerrado sus puertas poco tiempo atrás. Es el caso de Maraca y Balea by Batela, que están en los bajos de Marypaz y Flormar. En el emblemático local de Lázaro Óptico ahora hay una tienda de comida americana de importación. Pero también hay negocios que abren donde antes no había actividad, como es el caso de la inmobiliaria Inmotk. Por otro lado, han quedado desiertos bajos comerciales como el de Orange, que se encontraba donde antaño estaba la farmacia europea López Abente.

Mejoría, pero sin aperturas

Los comerciantes de la zona aprecian cierta mejoría en la situación, aunque por el momento no se haya traducido en una mayor apertura de negocios. «Los alquileres aquí son muy caros. Mucha gente que decide abrir acaba cerrando porque no le sale rentable», señala una empleada de una tienda de moda.

Además del precio, también se ha apreciado en los últimos años un aumento de grandes cadenas franquiciadas en la zona. «El comercio tradicional e independiente sí que se ha estancado un poco, pero sigue habiendo tiendas de las de toda la vida, y creo que seguirán ahí», señala un viandante que reside en la zona y camina a diario por la calle Real. «Hay que darle tiempo para que la cosa mejore», señala mientras prosigue con su caminata.

Por tanto, la situación invita a pensar que habrá una progresiva caída del comercio tradicional en favor de las tiendas multimarca y con proyección nacional e internacional. En cualquier caso, en el último año ha cesado la sangría de cierres y los comerciantes de la zona pueden celebrar merecidamente que hay un negocio más de los que había hace 12 meses.