Tensión en un nuevo encontronazo por la independencia catalana en el Obelisco

B. Capelán A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Detractores y partidarios, separados por antidisturbios, se dedicaron insultos

12 oct 2017 . Actualizado a las 09:56 h.

Cinco minutos antes de la hora de la convocatoria -las 20.30- ya había numerosas banderas de España ondeando en el entorno del Obelisco. Había quienes se apuraban a sacarlas a la carrera de sus envoltorios de plástico. Quien no tenía enseña, se colgaba de la muñeca globos amarillos y rojos.

La organización que convocó la concentración se llama Foro LC y, tal y como se describen ellos mismos, tienen el objetivo de «transmitir conocimientos de acuerdo con el humanismo cristiano y los principios liberal conservadores». Entre las cabezas visibles de la concentración había miembros de la policía y la Guardia Civil, de paisano, o asociaciones contra los gobiernos de Cuba y Venezuela. En primera línea se asentaron miembros del grupo local del PP, con Rosa Gallego a la cabeza. En total, unos 300 simpatizantes acudieron a la convocatoria.

Pasaban cinco minutos de la hora marcada y sonaba a todo volumen Manolo Escobar, cuando casi un centenar de personas irrumpieron en la concentración, apostándose delante de la oficina de Abanca tras una pancarta con el lema: «Contra o fascismo, nin un paso atrás». No faltó la contrarréplica en cuanto a banderas, con una estelada, varias enseñas nacionalistas y alguna republicana. Comenzaron los insultos de uno y otro bando, ante la atenta mirada de una docena de antidisturbios que evitaron cualquier contacto entre ambos grupos.

En el Obelisco se juntaron, tanto de un lado como del otro, personas de múltiples generaciones. Llamaba la atención la cantidad de jóvenes -muchos no superaban los 15 años- que portaban banderas rojigualdas. «Guarros. A lavarse», gritaba una chica a los del bando contrario.

Los organizadores consiguieron por momentos mantener la atención de sus seguidores en los discursos pronunciados, intercalados por vivas a la policía, la Guardia Civil, el rey y, como no, España. Pero poco duró la calma, pues ambos bandos volvieron a enzarzarse. «Esas banderas son de los chinos» o «Esta es nuestra policía -señalando a los agentes desplegados-» fueron algunas de las consignas. También hubo insultos y momentos de tensión cuando los agentes tuvieron que obligar a los manifestantes proidependencia a retroceder, pero no hubo cargas ni detenidos.

Finalmente, ambas concentraciones se dispersaron. En Rúa Nova, el lanzamiento de varias botellas de cristal por parte del grupo menos numeroso provocó un amago de carga policial. Por suerte, no hubo ningún herido.