La comarca se pone la etiqueta de «ecológica»

[césar delgado]

A CORUÑA

Begoña Sara Pena en O Casal, en el municipio de Bergondo.
Begoña Sara Pena en O Casal, en el municipio de Bergondo. CESAR DELGADO

El área metropolitana coruñesa ha encontrado un interesante nicho de mercado en las producciones respetuosas con el medio ambiente. Desde ultramarinos convertidos en supermercados con etiqueta eco a infusiones sin químicos dispuestas a hacer de la agricultura la actividad más saludable

06 nov 2017 . Actualizado a las 18:18 h.

Ecológica, sostenible o respetuosa con el medio ambiente. Llámala como quieras, pero la verás por todas partes. El negocio de lo ecológico está en auge. Más aún en la comarca de A Coruña, donde sus tierras son el reclamo perfecto para los que quieren apostar por una producción sin químicos. Pero aunque la agricultura es una de las principales actividades eco, no es la única que se pasa al verde en los municipios del área. Aquí presentamos diferentes iniciativas con un fin común: promover un consumo responsable y respetuoso con el medio ambiente.

Un rural «molón»

«Galicia tiene mucho potencial y creemos que hay que potenciar la idea de que el rural mola y puede ser divertido», asegura Óscar Torres, uno de los rostros que está detrás de Orballo, una marca eco «made in Paderne» de plantas aromáticas y especias, tés e infusiones y ecoarroces, todos 100 % naturales y 100 % sostenibles. Con esa filosofía, esta marca, además de producir sin químicos y respetando el medio ambiente, sigue su propio camino. Aquí no venden manzanilla o menta poleo. Aquí producen «Pero qué riquiña, Carmiña» o «Manzanilla Maravilla», denominaciones divertidas que hacen referencia a sus propiedades.

Solo en Paderne tienen más de 4.500 plantas de té y 3.000 aromáticas más. Producir eco no es tan fácil como parece: «Requiere mucho tiempo, mucha investigación y mucho ensayo/error», asegura Óscar. Las cantidades que se consiguen tampoco son las mismas que en una producción industrial. «Sacar 50 kilos de cúrcuma natural es muy difícil. Me acuerdo que la chica que se encarga de las especias, Lucía, nos dijo un día totalmente emocionada: ‘¡He conseguido 25 kilos de cúrcuma!’».

Tomates feos, pero ricos

Hay quien solo considera producción ecológica aquella que lleva el sello que lo acredita, y quien prefiere producir de forma natural, pero sin preocuparse por las etiquetas. Begoña Sara Pena está en el segundo grupo. Se lanzó a la agricultura ecológica hace dos años. «Mi padre falleció de cáncer y al poco enfermó mi madre. Como no podía seguir trabajando en la privada, atender a mi hijo y cuidar de mi madre me lancé al mundo ecológico. Tenía los terrenos, conseguí una subvención de joven agricultor y empecé a producir. Me costó sudor y lágrimas, pero salió», cuenta mientras pasea entre las más de 140 variedades de tomates que crecen en los dos invernaderos que tiene al lado de su casa en O Casal, Bergondo.

Begoña se encarga de la investigación -tiene un invernadero destinado solo a la experimentación con semillas-, de la producción y de la distribución. Todo a pequeña escala. «Si crezco no podría ofrecer esta calidad». Está orgullosa del circuito sostenible que ha creado en su huerto ecológico: los tomates crecen por un curioso sistema de cables; entre las diferentes hortalizas hay plantas que también se comen y que sirven para repeler plagas y toda la energía que mantiene en funcionamiento los invernaderos viene de unas placas solares. En nada, además, instalará un sistema para aprovechar el agua de la lluvia para el riego.

Los tomates, acelgas o pimientos que salen de su huerto son todos diferentes. «No hay uno igual a otro porque la tierra no es igual. Son feos, pero sabrosos». Para Begoña no hay nada como el olor de un tomate natural, sin químicos, de ahí el nombre de su marca, Olor y Sabor.

Dos de los trabajadores de las plantaciones ecológicas de Orballo, en Paderne, en una foto de archivo
Dos de los trabajadores de las plantaciones ecológicas de Orballo, en Paderne, en una foto de archivo CESAR DELGADO

La Reserva de Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo trabaja para empujar el crecimiento de la economía verde en la comarca. Para lograrlo, está a punto de convertirse en marca propia. «Queremos potenciar a economía verde e de proximidade, e a marca vai servir para identificar eses productos», explica Jorge Blanco, el gerente de la entidad. Mientras, en la Asociación de Labregos Ecolóxicos de Galicia trabajan para llevar los productos de los agricultores locales a los comedores escolares, y para repartir a los padres que lo desean cestas semanales con productos de temporada y totalmente naturales.