Vecinos de A Sardiñeira se citan con María Pita por la casa okupa

Brais Capelán A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANA CANEIRO DACOSTA

Los afectados denuncian que han almacenado más basura en la zona y han tratado de invadir otros terrenos

19 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La paciencia de los vecinos de la calle Agra dos Mallos, en A Sardiñeira, parece haberse terminado por completo. Tras dos años acompañados de una familia de okupas, han decidido agotar todas las vías y pedirán una cita con los titulares de Xustiza Social y Rexeneración Urbana del Ayuntamiento, Silvia Cameán y Xiao Varela, respectivamente.

Los motivos principales para precipitar dichos encuentros es la alarmante situación de insalubridad en una zona donde viven y juegan varios menores a diario, además del incivismo con el que debe convivir este grupo de vecinos. Por estas razones presentarán las firmas de todos los afectados ante el Registro municipal, ya que lamentan que «pese a la relevancia que está teniendo la casa okupa, aquí no viene nadie del Ayuntamiento».

«Nas últimas semanas comezaron a acumular bolsas con roupa nun terreo que é da miña propiedade. Ao principio fixen a vista gorda, pero seguiron levando sacos e un día deixeillos na porta da súa casa», señala un vecino, que afirma que «empezan sempre así e vanse facendo con todo». Esta misma persona recibió amenazas de otro okupa al que la policía tuvo que desalojar de otra vivienda de la misma calle.

Uno de los principales problemas que tienen los vecinos con respecto a la casa okupada es que sus inquilinos acumulan «basura y otros restos» en la entrada de la misma. «Nas últimas semanas a cousa empeorou. Levaron colchóns e, incluso, unha neveira», señala un afectado. En más de una ocasión, los residentes habían mostrado su disposición a convivir con los okupas mientras estos no ocasionasen problemas, pero las continuas broncas nocturnas y la suciedad han colmado el vaso de esta pequeña calle situada en A Sardiñeira.

La idea de los vecinos es plantearles sus quejas en persona a los ediles responsables, para intentar llegar a una solución inmediata que permita una convivencia normal en la zona. La pequeña casa okupa es la única que queda en pie del antiguo poblado asentado en A Sardiñeira.