La Luis Seoane gastó dos veces más en salarios que en exposiciones en el 2016

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

El 90 % de su presupuesto procede de subvenciones municipales y de la Diputación

17 ago 2017 . Actualizado a las 17:01 h.

La Fundación Luis Seoane dedicó casi el doble de dinero a pagar sueldos que a programar actividades durante el 2016. En concreto, los gastos de personal ascendieron a casi 211.500 euros, mientras que a programación se destinaron menos de 125.000.

Los datos proceden de la cuenta general de la entidad, en la que se recoge su actividad económica y cultural durante el año pasado.

Según ese documento, que incluye la liquidación del ejercicio presupuestario, la fundación contó el ejercicio pasado con casi 512.500 euros. Cabe recordar que la Fundación Luis Seoane depende directamente del Ayuntamiento, de hecho su patronato está presidido por el concejal de Culturas, José Manuel Sande, y cuenta con representación de todos los grupos municipales.

Las arcas municipales facilitaron a la fundación en el 2016 una subvención de 430.000 euros, 100.000 más de los previstos inicialmente, a los que hay que añadir otros 30.000 euros de la Diputación Provincial y otros mil euros de ayudas de otras instituciones. Es decir, más del 90 % de sus fondos provenía de las Administraciones públicas. Además, se pidió un crédito de 26.000 euros. Solo 25.496 euros, menos del 5 % del presupuesto total, se lograron por medios propios, incluyendo la venta de catálogos y cedés, el alquiler de salas en su sede o la celebración de diversos cursos.

Casi la mitad de esos 512.500 euros de presupuesto, los citados 211.500, fueron para pagar nóminas. Otros 104.161 euros terminaron en gastos «no afectos» a los fines con los que fue creada la fundación. En ese listado se incluyen la factura de teléfono (6.890 euros), la de material de oficina (1.615 euros) y otros; pero también figuran 56.428 euros para «gastos extraordinarios» -sin especificar más- y otros 12.100 euros para «gastos abogados», una partida a la que en principio se iban a dedicar 3.200 euros.

Cabe recordar que los últimos años de la fundación estuvieron marcados por un largo conflicto judicial que explica ese gasto. Se abrió a raíz del despido por el anterior gobierno local del PP de la directora de la entidad, Silvia Longueira, que compatibiliza ese cargo con una dedicación parcial como concejala del PSOE. Longueira recurrió la decisión a los tribunales, que consideraron nulo el despido y obligaron a readmitirla tras un sonado juicio, en el que incluso se ventilaron grabaciones de miembros del patronato. Tras su regreso a la dirección, Longueira coincidió con David Barro, un profesional de reconocido prestigio en el mundo de la cultura que había accedido a la gerencia en mayo del 2014. Barro anunció su marcha en octubre del año pasado, unos 18 meses después de la vuelta de Longueira, con un escrito en el que reprochaba al presidente del patronato de la entidad, el concejal Sande, sus «injerencias políticas», y señalaba la delicada situación económica de la fundación, que a finales del 2015 tuvo que pedir un crédito para pagar a los trabajadores.

Longueira apunta al PP

La directora, Silvia Longueira, atribuyó el gasto en personal al hecho de que la fundación tuvo que pagar dos sueldos de director, uno por ella y otro por David Barro, desde el 2014 -cuando los tribunales anularon su despido- hasta finales del 2016, cuando Barro presentó la dimisión. Atribuyó esa decisión al anterior gobierno del PP, que optó por mantener a los dos directivos.