Trump fulmina a su jefe de gabinete y lo sustituye por John Kelly

F. E. LA VOZ, WASHINGTON / EFE

A CORUÑA

El nuevo fiasco legislativo con el Obamacare aumenta los nervios en la Casa blanca

29 jul 2017 . Actualizado a las 10:16 h.

El presidente estadounidense, Donald Trump, nombró ayer por sorpresa como su nuevo jefe de gabinete al general John Kelly en sustitución de Reince Priebus, quien había sido objeto de duras críticas por parte del recién designado director de comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci. En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, agradeció «su servicio y dedicación al país» a Priebus. «¡Juntos logramos muchas cosas y estoy orgulloso de él!», subrayó. Según los medios, el ya exjefe de gabinete habría presentado su dimisión este jueves, algo que Trump no precisó.

La salida de Priebus se produce una semana después de la de Sean Spicer como portavoz presidencial y la designación de Scaramucci, con lo que se cierra una renovación importante en la Casa Blanca tras los primeros seis meses de Trump como presidente.

Insultos de Scaramucci

Horas antes del anuncio, el director de Comunicación había echado más gasolina al fuego que él mismo prendió al acusar a Priebus de filtrador. Scaramucci eligió para ello una conversación con un periodista que lo había criticado en las redes sociales. Y se despachó a gusto: «Priebus es un puto paranoico esquizofrénico al que vamos a echar», avanzó con un repertorio de vulgaridades que ha asombrado en Washington.

Scaramucci, que apenas lleva una semana en el cargo, también atacó al director de Estrategia, Steve Bannon, del que dejó entrever que busca crearse un perfil propio al margen del presidente.

En Washington, la versión más extendida es que el Gobierno es un barco a la deriva en el que el presidente no para de atacar a su propia tripulación: ha puenteado a Rex Tillerson, amenaza e insulta a Jeff Sessions por su papel en el Rusiagate, critica al secretario de Sanidad por ser incapaz de aprobar la derogación del Obamacare.

La venganza de McCain

Precisamente este último asunto no ha hecho más que agravar la división interna en la Casa Blanca. Casi un año ha tardado John McCain en cobrarse la venganza de los insultos y desprecios que le dedicó Trump durante la campaña electoral, cuando el senador por Arizona puso en duda la idoneidad del magnate como presidente y este le respondió poniendo en duda su condición de héroe de guerra tras haberse pasado un año preso en Vietnam.

Durante los últimos meses, McCain ha sido una chinita en el zapato de Trump, cuestionando muchas de sus decisiones. Por eso sorprendió su reaparición en el Senado el martes, recién operado de un tumor cerebral. Y más cuando votó a favor de abrir el debate para derogar el Obamacare, una promesa de Trump en la que no ha parado de coleccionar fracasos.

La decisión de McCain impactó a buena parte de sus seguidores, que le recordaron que cientos de miles de personas con problemas de salud similares a los suyos se quedarían sin cobertura médica si se derogaba una de las leyes estelares de Obama.

Ayer, el senador por Arizona tenía en la mano la decisión final para conseguir la anulación parcial del decreto. Pero esta vez no les falló a los suyos y dijo no a la decisión presidencial. Su voto, junto con el de las senadoras Lisa Murkowski y Susan Collins, frustró al presidente, que amenazó con dejar morir el Obamacare mediante la falta de fondos.