La piscina que cedió Defensa al Ayuntamiento, tres años cerrada

Iago Sánchez / m. R. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANA CANEIRO DACOSTA

En los días de calor, la masiva afluencia a las instalaciones que fueron de la fábrica de armas obliga a hacer turnos de 15 minutos para bañarse en la pila más pequeña

21 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

 Los adultos no se pueden bañar y los niños, en los días de más calor, se tiene que turnar. Es la situación en la que se encuentra la piscina municipal de Pedralonga, que en su día formaba parte de la fábrica de armas. «El domingo y el lunes hacía mucho calor, la piscina estaba llena y había que hacer turnos de quince minutos», es lo que dice Bruno Pisos, un usuario. La piscina para los adultos lleva cerrada desde el 2014, cuando el Ayuntamiento de A Coruña asumió la gestión de los terrenos. Fue en ese año cuando el Ministerio de Defensa cedió las instalaciones al gobierno local por un plazo de cinco años y el entonces alcalde Carlos Negreira decidió abrirla al público de forma gratuita. Después de desembolsar 250.000 euros para acondicionar el área, el ejecutivo local tenía pensado realizar otras mejoras, pero las elecciones municipales se cruzaron en sus planes y las reformas quedaron pendientes. El nuevo equipo de En Marea decidió mantener la gratuidad en el acceso a las instalaciones, y el proyecto quedó a la espera desde entonces. El problema lo plantea ahora la necesidad de reparar la piscina.

Antes de pasar a manos municipales el mantenimiento de las piscinas se costeaba con la cuota mensual que tenían que pagar los usuarios de las mismas. Pero desde que el Ayuntamiento se hizo cargo de los terrenos la pila grande nunca ha sido utilizada. «Está cerrada porque no cumple con los estándares sanitarios, necesita reparaciones estructurales y para hacerlas se necesita el visto bueno de Defensa», explica Benito Touriño, responsable técnico de Emvsa, la empresa municipal encargada de gestionar el recinto.

También afirma que, aunque es el Ayuntamiento quien se encarga del mantenimiento de las instalaciones, el propietario de los terrenos sigue siendo el Ministerio de Defensa y para hacer obras de gran calado necesitan su permiso.

Hasta ahora el plan del actual gobierno municipal pasa por vender el campo de fútbol de La Grela II y utilizar ese dinero para hacerse con la propiedad de los terrenos de la fábrica de armas antes de que venza el plazo de cesión de los terrenos. «Así el Ayuntamiento podría llevar a cabo las reformas necesarias para abrir la piscina», comenta Touriño.

Los responsables de mantenimiento comentan que esa posibilidad puede darse para el año pero mientras tanto la incertidumbre se apodera de los usuarios. «Decían que iba a ser gratis para los vecinos de Palavea, Pedralonga y Santa Gema y que el resto de la gente tendría que pagar una cantidad. Aunque no sé lo que van a hacer» explica Isabel González, usuaria de la piscina.

Cesión para cinco años, con opción de compra, para cumplir un viejo anhelo vecinal

Fue el día 20 de marzo del 2014; el entonces alcalde, Carlos Negreira, y algunos de los trabajadores de la fábrica de armas que habían sido despedidos, pero que en aquellos momentos estaban encerrados en la factoría, recorrían la zona de ocio de las instalaciones. El alcalde anunciaba la cesión para uso social y deportivo del vecindario de la zona.

Tres meses más tarde, el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento coruñés formalizaban la cesión de los 17.125 metros cuadros, de los cuales 8.125 correspondían a las instalaciones y 9.000 a la zona deportiva; en esta había una piscina infantil y otra para adultos. Un mes más tarde comenzaban las reuniones de los concejales con las entidades vecinales de la zona, Pedralonga y Palavea, con el fin de poner en marcha un proyecto de reforma y acondicionamiento de unas dependencias que en el caso de la piscina para adultos, y según recordaba ayer uno de los trabajadores de la fábrica, «levaba tempo dando problemas».

De todos modos, para los vecinos de Eirís y Palavea la posibilidad de contar con un espacio para uso social y deportivo en la zona era una reivindicación histórica. Lo resumía, durante la primera visita a las dependencias, Tania Pumares, entonces presidenta de la asociación de vecinos de Pedralonga: «Tengo 23 años y es la primera vez que veo que se hace algo por los vecinos». También el presidente de la entidad vecinal de Palavea, Manuel Gómez Meilán, evocaba aquel día como «aquí tengo jugado de pequeño a voleibol».