El Puerto batió récord de facturación y logra beneficios antes de lo previsto

La Autoridad Portuaria dio cuenta ayer al consejo de administración de la entidad del informe de gestión y de las cuentas anuales del pasado ejercicio. En el 2016 el Puerto batió su récord de facturación, superando las cuentas del 2015, que también habían sido las mejores hasta el momento.

Así, el ente público movió el año pasado 27,6 millones de euros, 700.000 más que durante el 2015. Al dato se suma el hecho de que cinco años antes de lo previsto el Puerto obtuvo un resultado positivo tras descontar los gastos. El beneficio ascendió a 220.000 euros pese a que la entidad tiene que hacer frente a las amortizaciones del crédito de cerca de 300 millones de euros contraído para pagar las obras del puerto exterior, que suponen un importante lastre en las cuentas del organismo.

Desde la entidad prevén acabar también en números negros este año, pero mantienen la necesidad de vender terrenos para hacer frente a las deudas durante los próximos ejercicios. De hecho, en los cálculos iniciales el organismo consideraba que estaría en números rojos hasta el año 2021.

Langosteira, por su parte, tiene cada vez más peso en las cifras globales, y la actividad allí generada durante el 2016 supuso sumar 4,4 millones a la caja.

Por otra parte, el Ayuntamiento todavía adeuda a la Autoridad Portuaria 4,82 millones de euros, cantidad correspondiente a las obras de renovación de la Marina y el Parrote efectuadas en el año 2015. Dos años después María Pita todavía no ha saldado la deuda. Las obras fueron promovidas por el anterior gobierno local y las ejecutó el Puerto por encargo del Ayuntamiento porque el suelo afectado era, en su mayoría, de titularidad portuaria.

El gobierno local de la Marea congeló los pagos a su llegada a María Pita y amenazó con parar las obras pendientes porque no tenían licencia municipal. Ese título, defendió siempre el Puerto, no es preceptivo cuando una obra la promueve, como en este caso, el propio Ayuntamiento de la ciudad.

El ahorro en la adjudicación del contradique y la galería de graneles suma 17,5 millones

Las obras más importantes llevadas a cabo en Langosteira durante los últimos años acabaron sin sobrecostes significativos. La galería de graneles líquidos se terminó según lo estipulado en el contrato y solo en el contradique, una obra de unos 36 millones de euros, hubo un aumento de 177.000 euros.

Así, ambas actuaciones supusieron un ahorro, por las bajas ofrecidas por las empresas durante el concurso, de 17,5 millones de euros sobre el precio de licitación.

En el puerto exterior se está habilitando una explanada de 25.000 metros cuadrados situada junto al nuevo muelle, que estará operativa el próximo verano.

Nueva concesión

Además, el consejo de administración de la entidad otorgó ayer una nueva concesión en Langosteira, por lo que ya suman doce. Será para Hércules Servicios Auxiliares Portuarios y Logísticos, que ocupará un espacio de mil metros cuadrados y edificará un nave de 600 metros cuadrados.

Repsol, que construirá un pantalán petrolero allí, terminó ya los sondeos previos, y Alcoa inició los suyos para levantar una nave. Por su parte, Galigrain y Bombeos Carral, que ya contaban con terrenos, ultiman la puesta a punto de sus respectivas instalaciones. La actividad en Langosteira se multiplicó desde la primera operación realizada en los nuevos muelles en septiembre del 2012.

Patrimonio obliga a reponer 107 metros del muro histórico de los muelles frente al Kiosco Alfonso

En el consejo del Puerto también se dio cuenta de que las obras de reposición de un amplio tramo del antiguo muro de cierre del puerto, que fue retirado durante las obras del túnel, volverán ahora a su sitio.

En la zona se mantuvieron algunos tramos, pero otros fueron retirados para facilitar los trabajos y ganar en permeabilidad. La Dirección Xeral de Patrimonio obliga ahora a reponer ese elemento. En total serán 107 metros de pared y rejas. Se volverá a unir la parte que quedó más cerca del Náutico con la que está frente a la Diputación y se cerrará también el espacio delante del Kiosco Alfonso.

Quedarán, eso sí, dos puertas peatonales de ocho metros, una de ellas situada frente al semáforo, a la altura del Kiosco. El muro redundará, informan desde la Autoridad Portuaria, en una mejora de la seguridad para los peatones en esa zona. Las obras de reposición, indican, comenzarán «en próximas fechas».

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