Sabina da una segunda oportunidad a Silvia

A CORUÑA

cedida

Una sesión de quimioterapia le impidió comprar entradas para el primer concierto que ofrecerá en julio el cantante jienense, pero esta vecina de Pontedeume ha sido la primera en comprar entradas para el segundo recital

28 mar 2017 . Actualizado a las 13:55 h.

Habla en clave positiva. Se le ve feliz con las entradas para el concierto de Joaquín Sabina en la mano. Pero su testimonio estremece. «Espero estar allí y tener fuerzas para disfrutarlo. Vamos a pensar que sí», comenta Silvia Iglesias, de 32 años y vecina de Pontedeume, que desde el verano pasado lucha contra un cáncer. Me cuenta que con la operación y el primer tratamiento no consiguió los resultados deseados y que acaba de empezar con nuevas sesiones de quimio. «Voy dos lunes seguidos y descanso el siguiente. Llevaba desde principios de febrero pendiente de la venta de entradas y justo coincidió que el lunes pasado tenía quimio. Aun así vine hasta la taquilla a las cinco de la tarde por si había suerte y ya se habían agotado», relata. Agotada en todos los sentidos dice que regresó a casa disgustada. Pero Joaquín Sabina le dio una segunda oportunidad. «Cuando leí en La Voz que iba a ofrecer otro concierto me llevé una alegría tremenda», destaca. Ayer a las cinco de la madrugada ya estaba en la taquilla de la plaza de Ourense para comprar su sueño. Silvia espera que la vida también le dé una segunda oportunidad. «Nunca pienso en la derrota», sentencia.

Décadas de enseñanza

Y varias noticias socioescolares nos dejó el fin de semana. Por ejemplo, les hablo del homenaje que organizó la dirección del Liceo con motivo de la jubilación de seis docentes. Se trata de Claudina Suárez, Conchita Penas, Donato Izquierdo, José Ramón Bugallo, Mari Carmen Avilés y Uxía Pedreira, que durante las últimas décadas ejercieron su magisterio en las aulas, desde educación infantil a bachillerato.

Las Pepas

Les contaba el domingo que los Maristas descubrieron una placa en el lugar donde estuvo el colegio primitivo hasta que se trasladaron a las afueras de la ciudad, donde siguen desarrollando su labor formativa. La historia de otro colegio emblemático, las Josefinas, se truncó para siempre en 1987, cuando cerró el centro de Juan Flórez. Pasó algún tiempo hasta que en el 2004 un grupo de antiguas alumnas de las Pepas, como se le conocía, decidieron promover un encuentro para mantener vivos los recuerdos escolares. «Vinieron algunas que ya no están viviendo aquí y que se desplazan desde diferentes puntos de España», destaca Pili Lorenzo, una de las organizadoras de la comida que se celebró en la Hípica. Son 14 ediciones ya, la primera en el hotel Avenida y el resto en esta sociedad. Antes del almuerzo asistieron a una misa en los Dominicos. Ahí tienen a estas ochenta exalumnas del desaparecido y añorado colegio de las Josefinas.