La ausencia de amianto en el Ramón de la Sagra cierra un conflicto de 4 meses

Treinta y cinco días después del inicio de la obra y de que los padres tomaran la determinación de no enviar a sus hijos al colegio mientras Educación no garantizara con pruebas objetivas la ausencia de fibras de amianto en el centro, los niños del Ramón de la Sagra volverán el lunes a clase poniendo fin a un conflicto que se prolongó durante cuatro meses y dejó al descubierto vacíos en la normativa española sobre exposición al asbesto.

Como ocurriera con el anuncio que desencadenó la crisis el 28 de octubre, ayer el desenlace también llegó por sorpresa, en tarde de viernes y con el colegio vacío. Un comunicado de la Consellería de Educación informaba pasadas las 17.30 horas de que la medición efectuada el 8 de febrero con un microscopio electrónico de barrido -reclamada con insistencia por las familias después de que la primera evaluación con microscopio óptico detectara «niveles de fibras indeterminados»- y remitida la semana pasada a un laboratorio francés para su análisis confirma que no existen partículas de amianto en el centro.

Envío a los padres

La Xunta, que expresa su agradecimiento a las familias que «non deixaron de enviar os rapaces ao centro pese a alarma», asegura en la nota que ayer mismo remitió el informe a la dirección del Ramón para que lo traslade a los padres de los alumnos. Sin embargo, ni la coordinadora de padres ni la AMPA ni la directora tenían constancia del informe.

La satisfacción, no obstante, era manifiesta. Solo cuatro horas antes un grupo de padres había acudido a la delegación de Educación para presentar sendos escritos dirigidos al conselleiro y al jefe territorial, en los que, además de reclamar los datos de las mediciones y exponer la secuencia de los acontecimientos ocurridos en las últimas semanas, les preguntaban por qué la consellería no siguió las directrices de la guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relacionados con la exposición al amianto elaborada por el Ministerio de Trabajo en el año 2008. En ausencia del jefe territorial, de vacaciones, el grupo de padres fue recibido por el director facultativo, que les confirmó que ya habían llegado los resultados de las mediciones, aunque no podían divulgarse, razonó, porque el laboratorio los había enviado en francés. Sobre un mostrador próximo vieron una caja de bombones con la nota «Para cuando acaben obras Ramón de la Sagra» esperando a ser abierta.

A última hora de la tarde las familias difundieron una nota en al que se mostraron «felices de que os nosos fillos volvan ao colexio, pero indignados pola resposta desta Administración, transmitindo que todo se fixo ben e que non había de que preocuparse». Avalados por el Valedor do Pobo y por la máxima autoridad médica sobre asbesto en Galicia, que desaconsejaron la asistencia de los niños al colegio, los padres confían en que el conflicto sirva «para facer as cousas doutra maneira e lexislar» con objeto de que todos, no solo los trabajadores, estén protegidos en las obras de desamiantado.

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