La Barbuda, diseños desde Veigue para el mundo friki internacional

DOLORES VÁZQUEZ A CORUÑA

PLATA O PLOMO

Las series de televisión y las películas de culto, además de los videojuegos y los tatuajes, inspiran las creaciones que impulsa Paula Hermida Lovelle

07 feb 2017 . Actualizado a las 01:10 h.

Paula Hermida Lovelle se presenta como una chica bastante friki de 29 años, con dos gatos, un perro y el pelo corto a la hora de presentarse en La Barbuda, un proyecto que inició en el 2004 desde su casa de Veigue, tras estudiar Periodismo y ser guionista de Padre Casares. A este proyecto ha trasladado su afición por los cómics, los videojuegos y el cine.

 Desde www.labarbudashop.com atiende pedidos internacionales para «gente diferente». Ofrece diseños, estampados en distintos productos, para «tatuad@s con mascota, retro gamers y amantes del cine. También para fanáticos de los cómics, aventurer@s intrépid@s y gente guay en general (suponiendo que haya más gente guay aparte de nosotros)».

Asegura que La Barbuda nació para atender la demanda de diseños bonitos para este tipo de público fuera de las camisetas de merchandising de cuestionable gusto que va ligada a las campañas de promoción. El nombre de su empresa es un homenaje a los circos ambulantes, a la mujer barbuda que se siente orgullosa de su condición, pese a que podría optar por no exponerse de esa manera al mundo. Sirve como reivindicación de unos gustos singulares, que comparten cientos de seguidores.

Paula Hermida opta por guiarse por sus gustos a la hora de diseñar y apuesta por referencias a La guerra de las galaxias, Harry Potter, El señor de los anillos, películas y series de culto y también cómics y videojuegos.

En los dos años que lleva de vida su empresa, estima que habrá realizado unos 200 diseños distintos, siendo el más demandado el I want to believe, de Star Wars, y también los inspirados en la Familia Adams. En cuanto a productos, resalta que los parches es lo que tiene más demanda, por calidad y acabado, pero también por la búsqueda de doble sentido que imprime a sus propuestas y que sus clientes quieren llevar en sus prendas.

El 90 % de sus ventas van al mercado internacional, a particulares de Australia, el Reino Unido y Estados Unidos, principalmente, gracias, en parte, a que BuzzFeed, que define como el Times de los jóvenes, recomendó sus productos en una listas de regalos imprescindibles y tras ella vinieron otro tipo de publicaciones que ampliaron su visibilidad. «El boca a boca también funciona mucho», reconoce esta joven que atiende entre 250 y 500 pedidos a la semana, la mayoría de particulares. Explica que rechazó un trabajo indefinido, al poco de montar la empresa, en donde supieron apreciar que era emprendedora, y asegura que no se arrepiente. El negocio, explica, es rentable, tanto que le condiciona el espacio de su casa cuando hace los pedidos. Por ello está pensando buscar, para el verano, un local donde asentarse, más como oficina que como punto de venta, y prevé incorporar a La Barbuda a alguien que le ayude a gestionar todos los pedidos y también que se ocupe de la gestión empresarial para poder centrarse en el diseño.