Uno de los motores hosteleros de O Burgo, en tan solo una manzana

Noelia Silvosa
NOELIA SILVOSA CULLEREDO

A CORUÑA

cafeterías - restaurantes en Culleredo, O Burgo.
cafeterías - restaurantes en Culleredo, O Burgo. PACO RODRÍGUEZ

Dos pequeños bloques situados entre la avenida de Galicia, la calle del Pintor Tim Behrens y la Costa da Lonxa conforman uno de los oasis de la restauración de Culleredo. Prueba de ello es que A Casa do Cura amplía su templo con un local que lo cuadriplica

20 feb 2017 . Actualizado a las 18:51 h.

Una sola manzana basta para que se forme un auténtico bum hostelero. Esa es la privilegiada situación en O Burgo de los dos pequeños bloques situados entre la avenida de Galicia, la calle del Pintor Tim Behrens y la Costa da Lonxa, donde cinco locales mueven más clientela incluso de la que pueden atender. Eso es lo que le sucede al dueño de A Casa do Cura, que está acondicionando un local al que se trasladarán en marzo para cuadriplicar su espacio. «Soy consciente de la suerte que tengo y de que hay que agradecerlo en estos tiempos en los que tanta gente está pasándolo mal», asegura su propietario, Rubén Naveira, que aunque se traslada al bloque de enfrente, ya tiene alquilado su local actual para otro bar. Así de solicitada está la zona.

Rubén Naveira, dueño de A Casa do Cura, cambiará de local en marzo porque no es capaz de absorber a toda su clientela
Rubén Naveira, dueño de A Casa do Cura, cambiará de local en marzo porque no es capaz de absorber a toda su clientela

Junto a estos dos negocios, El Potro, El Hoyo y El Caprice completan una oferta gastronómica que no para de crecer. Por no ampliar un poco más el radio y llegar a la emblemática raxería Casa Manolo. ¿Quién dijo crisis? Claro que Naveira sabe muy bien cuáles son los factores de este abarrote: «Estamos hablando de locales grandes, cuidados y con un estilo diferente cada uno en un sitio que tiene cerca dos polígonos, el de A Marisqueira y el de Alvedro, y un aeropuerto». Eso y la gran demanda que existe también en el campo inmobiliario hacen de su enclave un punto estratégico.

Eso sí, nada de ello sería determinante sin la profesionalidad de los que están al frente de los bares. «El servicio es de calidad, el trato al cliente bueno, al igual que los locales, y en cada uno encuentras algo diferente», indica el hostelero. En su caso, esa oferta se caracteriza por buenos vinos y producto de la tierra. «Hace tiempo que incluimos los pescados frescos y salvajes en la carta. También ponemos pincho de cuchara con las consumiciones. Y música siempre, acompañando», añade. Por no hablar de la joya de su oferta: la espectacular repostería artesana que hace que todo el que entre salga con un postre entre pecho y espalda. Así, normal que necesiten más espacio.