El frío hace que las entidades refuercen la atención a las personas sin hogar

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

La Cruz Roja destaca la importante reducción de indigentes que duermen en la calle

19 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Dos grados no frío. Aquí sin problema». Esto decía anoche, con su medio español, André, el indigente que vive en un escaparate de la calle San Andrés. Él es una de las personas que duerme habitualmente en la calle.

Desde ayer, y ante la ola de frío que azota el país, distintas entidades sociales de la ciudad han reforzado su atención a las personas sin hogar. Actualmente hay en A Coruña alrededor de 13 personas en esta situación, según indican desde la Cruz Roja. La reducción desde las más de cien que había se debe «a un mayor esfuerzo de la red de organizaciones que trabajan con este colectivo», argumentan desde dicha entidad. En este sentido, Alba Gómez, experta en personas sin hogar de la oenegé, destacaba «el trabajo en red de coordinación de todos los recursos».

La Cruz Roja y el Servicio Municipal de Atención ás Urxencias Sociais (Semus) han puesto en marcha el llamado Dispositivo de Frío con el fin de facilitar a las personas «en situación de especial vulnerabilidade a posibilidade de acceder a un aloxamento, así como a reducir a exposición deste colectivo ás condicións meteorolóxicas adversas», indicaron fuentes municipales.

Según la concejalía de Xustiza Social, el operativo funcionará diariamente «a través do dispositivo que pon en marcha Accem, que opera en días alternos cinco veces por semana, en coordinación cos do propio Semus, os martes e xoves, e de Cruz Vermella, que duplica a súa presenza e realiza saídas nocturnas tamén en martes e xoves». Desde Accem indicaban ayer que estaban concretando las actuaciones que llevarán a cabo estos días.

«¡Que veña frío!», ironizaba anoche otro de los indigentes que duerme habitualmente en la calle, en la avenida del Ejército, mientras se enfundaba un gorro y se disponía a meterse entre los cartones. Mientras, en la calle Panaderas, una pareja dormía en uno de locales de expedición bebidas abiertos las 24 horas, si bien el abrigo del que disponían era más que precario.

Anoche, una patrulla de la Policía Local también se acercaba al lugar donde se encuentra André para interesarse por su situación e indicarle que los agentes del turno de noche también irían a visitarlo por si necesitaba alguna cosa. Sobre el caso de este hombre, el alcalde, Xulio Ferreiro, indicó en las redes sociales que los servicios municipales habían intentado atenderlo, pero que él no aceptó la intervención.

Por otra parte, el concejal del PP, Miguel Lorenzo, denunciaba ayer en el Millenium, donde murió un indigente, «el desmantelamiento del dispositivo especial para atender a las personas sin hogar durante el invierno».

El dispositivo para días con menos de cuatro grados solo se activó dos veces desde diciembre

La Cruz Roja cuenta con el denominado servicio Más Calor, que activa cuando las temperaturas son inferiores a cuatro grados, hay vientos de más de 80 kilómetros por hora o lluvias torrenciales. En este caso «se realizan salidas específicas para encontrar a personas en situación de calle y trasladarlas al refugio, darles sacos o algún alimento caliente cuando esto no es posible o trasladarlos al hospital cuando se detectan problemas de salud». Desde diciembre este servicio solo se ha activado en dos ocasiones.

De todos modos, desde la entidad destacan que la atención a estas personas «en situación de extrema vulnerabilidad va mucho más allá de medidas asistenciales, actuando como puente hacia otros recursos orientados a la inclusión social y a través del trabajo en red y alianzas con distintas organizaciones de la sociedad civil».

La labor de los voluntarios

A lo largo del año unos quince voluntarios trabajan con las unidades de emergencia social que llevan a cabo un seguimiento de las personas sin hogar. Este colectivo, según el director de inclusión social de la Cruz Roja en la provincia coruñesa, Jaime López, «no son solo las personas que están en la calle, también lo son las que duermen en albergues o en hogares inadecuados».

Y grupos de voluntarios de diversa procedencia también atienden a quienes duermen en la calle. Anoche, cuatro de ellos, procedentes de una iglesia evangélica, estaban recorriendo el centro de la ciudad con esta tarea: «Como aumentó el número de voluntarios ahora unos salimos los martes y otros los jueves».