El ente público prevé el traslado de las cinco empresas que todavía operan allí
24 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Con el plan de subastar la Solana y el Finisterre de nuevo en marcha, el Puerto pretende, a lo largo del año próximo, vaciar los muelles de Batería y Calvo Sotelo para desafectarlos y prepararlos también para su venta. Las intenciones aparecen marcadas en el calendario para el 2017 en el plan de empresa de la Autoridad Portuaria hasta el 2020.
El muelle de Batería ya está prácticamente sin actividad. Allí solo quedan las instalaciones de Alcoa, empresa que ya tiene una concesión en Langosteira a donde trasladará sus tráficos. En el Calvo Sotelo permanecen todavía importantes firmas como Oleosilos de Galicia, Tudela Veguin, Bunge Ibérica y Terminales Marítimos de Galicia. La última de ellas ya tiene instalaciones en Langosteira, en el resto de los casos todavía no constan solicitudes de concesiones. Con todo, el «traslado de actividad e instalaciones» figuran reflejados en el plan de empresa entre los objetivos operativos del año que comienza en una semana.
En ese mismo documento aparece reflejado el fin de «generar recursos económicos mediante la enajenación de las zonas de Batería y Calvo Sotelo». La venta de esos bienes tiene el mismo fin que la subasta de Solana y Finisterre: generar liquidez para hacer frente a la deuda contraída por las obras de Langosteira. El puerto exterior se construyó en gran parte con créditos suscritos por el ente portuario. El convenio del 2004 preveía que el dinero -al menos en parte- para sufragar las nuevas instalaciones saliera de la venta de los muelles que vayan quedando libres en el puerto interior.
Más tráficos
El plan empresarial prevé también ligeros incrementos en los tráficos de mercancías hasta el año 2020. Así, el 2016 cerrará con 14,2 millones de toneladas movidas, cifra que se espera que se eleve hasta las 14,9 millones dentro de cuatro años.
El documento refleja también inversiones superiores a los 20 millones por ejercicio en los tres próximos años en Langosteira, donde también crecerá el tráfico de graneles.
Ferreiro y Losada se acusan mutuamente de deslealtad
«O que tivo lugar onte foi unha xogada de absoluta deslealdade institucional, polo que insisto en pedirlle ao presidente da Xunta que non sexa cómplice», dijo ayer el alcalde, Xulio Ferreiro, en alusión a la decisión del Puerto de retomar la subasta de Solana y Finisterre pese a que seis meses antes el mismo organismo había acordado vender el complejo deportivo al consistorio.
El regidor insistió en que presentaron su oferta en tiempo y forma -el Puerto esgrime, basándose en tres informes estatales, que no valía la propuesta y que había que seguir con el proceso de puja-, y anuncia que impugnará la resolución del consejo de administración celebrado el jueves. Ferreiro definió como «avaricia descontrolada» lo que pretende el presidente del Puerto, Enrique Losada.
Este último cargó también contra el alcalde ayer en Radio Voz, y le atribuyó a Ferreiro «deslealtad y negligencia» en el caso por hacer perder seis meses al ente portuario en su búsqueda de fondos. Losada firmó en octubre un acuerdo con la empresa Río Mero, que ofreció 10 millones.