«Qué bonita es la Navidad»

a. mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Las jugadoras del Hockey Club Liceo pulsaron el botón que iluminó la fachada del Ayuntamiento

07 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El abrigo sobraba en una tarde primaveral en pleno diciembre, en la que el centro se llenó de mayores y niños para disfrutar del encendido navideño. Toda la ciudad, o parte de ella, se alumbró en cuanto las campanas de la iglesia de San Jorge anunciaron las 7 de la tarde. Fue cuando el alcalde inició el acto oficial acompañado por las jugadoras del equipo femenino del Hockey Club Liceo, quienes fueron las encargadas de pulsar el botón de encendido. «Qué bonita es la Navidad», le decía una madre a sus dos hijos en una plaza a la que solo le faltaba ver caer la nieve para que la inauguración de la Navidad saliese redonda.

El alcalde, Xulio Ferreiro, recibió a las deportistas a las puertas de María Pita. Habló él primero. Para poner en valor el significado de unas fiestas en una ciudad que demuestra que «respeta a tradición, que pode ir da man da innovación, a modernidade e o respeto ao medio ambiente». También quiso Ferreiro hinchar el fuelle del orgullo coruñés: «Esta cidade ten aínda moito que mellorar, pero debemos gabarnos da nosa veciñanza. Unha cidadanía que é valente e comprometida. Esta é unha Coruña solidaria».

Tomó entonces la palabra Noemí, la capitana del club Liceo, para agradecer a los presentes su apoyo en su reciente ascenso a la división de Honor y para dar paso a sus compañeras en el encendido. Fue un destello acompañado de aplausos de niños y mayores. Con María Pita completamente a oscuras, de pronto se iluminó la fachada del consistorio. Y allí todos gritaron «ohhhh». Solo eso se iluminó en la plaza porque solo ahí se instalaron luces, algo muy comentado entre los presentes. Como el hecho de que la gigantesca carpa que se levantó en medio de la plaza impida ver el Ayuntamiento iluminado más allá de sus puertas. «Está bien que haya un lugar para resguardarse de la lluvia, pero que no afee la plaza», decía un padre. Otro, menos crítico, comentó: «Emociona ver a los niños disfrutar».

Dentro de la carpa es como estar en la casa de Papa Noel, pero sin frío ni lluvia. La instalación recibe a los visitantes con un mercadillo con puestos de garrapiñadas y algodones de azúcar; además de A Casa dos Xoguetes, una iniciativa que trata que los niños puedan intercambiar juegos. También alberga talleres infantiles y en el escenario instalado en la plaza se ofrecerán cada día actuaciones dirigidas al público infantil. «Da gusto ver las luces. Llenan de felicidad», decía otra. Ya con el alumbrado encendido, sonaron en la plaza los primeros villancicos. El primero que sonó fue el Jingle Bells. En perfecto inglés.