Tapas Picadillo, Pardo Bazán y Wenceslao

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

22 oct 2016 . Actualizado a las 13:14 h.

Coinciden en nuestra ciudad el congreso sobre Wenceslao Fernández Flórez y la entrega de los premios Picadillo, mezcla bien cocinada por la enorme amistad que existió entre el autor de El bosque animado y el orondo gastrónomo y alcalde Manuel María Puga y Parga.

Se saldó el concurso de tapas con galardones para pinchos de merluza, mejillón y jurel, pero bien justificado habría estado, con motivo de tan literaria coincidencia, un premio para cualquier receta con bacalao, del estilo de la que el ingenioso Picadillo recomendaba a sus lectores en La cocina práctica y que estaba dedicada a su amigo el escritor: «Se coge una hoja de bacalao muy delgada, tan delgada como Wenceslao Fernández Flórez, y se toman unos tomates muy gordos, tan gordos como yo. Se sala a Flórez y se me parte en pedazos a mí, y en una tartera, capa de pedazos de Flórez desalados y capa de yo. Fuego lento; refrito por encima de aceite; mucha cebolla y ajos cuando Flórez está cocido».

Cocineros del Surrey, ganadores del Concurso Picadillo
Cocineros del Surrey, ganadores del Concurso Picadillo MARCOS MÍGUEZ

Se cierra la confluencia gastroliteraria esta semana con una muestra en los Cantones sobre Pardo Bazán, gran amiga de Picadillo, prologuista de La cocina práctica, autora de dos libros de recetas y que en 1913 escribía con humildad en La Voz de Galicia: «Siempre anduve en guisar, y hasta le tengo afición a estos quehaceres y siento no disponer de tiempo para practicarlos. No soy doctora en el arte de Muro, Dumas, Rossini, Brillat-Savarin y Picadillo, pero jamás vi incompatibilidad entre él y las letras».

Siempre ha tenido Galicia sobresalientes consejeros gastronómicos. Julio Camba, tocado también por un fino sentido del humor, dejó unas cuantas recomendaciones, interesantes ahora que el avance otoñal augura pantagruélicos banquetes en el recogimiento del hogar e incursiones culinarias en locales de moda.

Decía Camba: «Cuando en el restaurante le pase a usted el anfitrión la lista de vinos con el designio evidente de que elija el más barato, elija usted el más caro. Así los anfitriones irán aprendiendo a elegir por sí mismos unos vinos pasables». Y en casa ajena «tenga siempre un régimen alimenticio, contra la obesidad, contra la arterioesclerosis o contra cualquier otra cosa, y cuando le den a usted una mala comida, apóyese en el régimen. Cuando, en cambio, le ofrezcan a usted una comida excelente, mande el régimen a paseo. Lo mejor de cualquier régimen es el placer de quebrantarlo».

Pero si el bolsillo en estos tiempos de recorte no le da para comederos de postín, no dude en entregarse a las tapas de nuestros premios Picadillo, y no piense por ello que la humildad del picoteo desmerece la pitanza, pues como decía también Camba, «en la falta de recursos es donde comienza el apetito, base de la gastronomía».