Aunque con otra imagen totalmente diferente, el Campo da Leña recuperó ayer el ambiente que la poblaba en los primeros años del siglo XX, cuando la plaza se llenaba de ranchitos para la feria en la que se vendían desde productos de la tierra, hasta pan, muebles o ropa.
Ayer, con puestos ordenados y cuidada estética, a iniciativa del Ayuntamiento se celebró la primera edición de un nuevo mercado centrado en la promoción de productos ecológicos y de proximidad.
Desde las once de la mañana y hasta las ocho de la tarde, una veintena de puestos, la mitad de ellos con certificado del Consello Regulador de Agricultura Ecológica, ofrecieron al público sus artículos en una actividad que al margen de intentar dinamizar la actividad de los productores más próximos -el 25 % eran de la ciudad y otro 25 % del entorno- persigue también divulgar los beneficios de los productos ecológicos y sensibilizar al consumidor acerca de las ventajas de apostar por un consumo responsable y sostenible.
La intención es que el mercadillo del Campo da Leña vaya ganando nuevos expositores y se celebre regularmente en fines de semana alternos, de modo que los coruñeses tengan una cita con esta feria todos los primeros y terceros domingos de mes.