El viento condenó a la manzana de Newton

Á. M. Castiñeira

A CORUÑA

. Kopa

El huracán «Gordón» echó por tierra hace diez años el único fruto del manzano de la Casa de las Ciencias

20 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gordon sopló madrugador. No tanto como el Hortensia en el 84, aunque lo suficiente como para establecer el récord histórico de septiembre. El huracán llegó a la costa coruñesa convertido en un temporal de 115 kilómetros por hora. Los alcanzó la racha más veloz, registrada hacia las nueve menos veinte de la mañana.

Los primeros damnificados por la furia de Eolo fueron, como siempre en estos casos, las uralitas, las antenas, el tendido eléctrico y los árboles. Entre ellos, un manzano. No era un ejemplar cualquiera, sino el de Newton. Un mes antes, en la Casa de las Ciencias presumían de que el pequeño del jardín había empezado a producir, cosa que no le importó en absoluto al Gordon. Actuó sobre el único fruto que pendía de las ramas para condenarlo a una pena de suelo. Porque la ley -también la de la gravedad- es la ley.