En julio de 1966, una comunidad cisterciense de Cantabria devolvió la vida monástica a este templo gallego después de casi un siglo de abandono tras la desamortización. En octubre se celebrará en Santiago una jornada conmemorativa con grandes personalidades
19 sep 2016 . Actualizado a las 21:50 h.
Foto de familia de los monjes que reactivaron el monasterio hace cincuenta años.
[Toni Silva] Gracias a Mendizábal y su desamortización (léase esto con ironía) los monjes de Sobrado están de celebración. Hace cincuenta años se consumó la incorporación de una comunidad cisterciense al edificio tras doce años de reconstrucción. Atrás quedaban la abrupta salida de los monjes en los años 30 del siglo XIX. Atrás quedaba el daño causado al templo y al resto de estancias a cargo del ejército isabelino, que tomó el monasterio como cuartel general contra las tropas carlistas. Atrás quedaba la subasta posterior a cargo del Gobierno, poco después de que numerosas zonas hubieran sido destruidas con dinamita.
Casi un siglo después de la desamortización, el monasterio comenzó a resurgir de sus cenizas. La destrucción sufrida no amilanó su espectacular belleza y fue reconocido como monumento nacional en 1930. En 1954 se iniciaron las obras de reconstrucción, después de que el Arzobispado de Santiago cediese este espacio religioso a la Orden Cisterciense. Así, monjes procedentes de la abadía cántabra de Viaceli comenzaron la restauración para ocupar sus paredes doce años después. Fue en julio de 1966, en vísperas de la celebración de Santiago, cuando se retomó la vida monástica en Sobrado dos Monxes.
Y la comunidad cisterciense quiere que la efeméride no pase inadvertida. «Pretendemos sacar a la luz aquello que habitualmente está oculto, eso que pertenece a nuestra esencia, pero que casi siempre permanece en la sombra», recoge en su escrito de celebración el prior Carlos Gutiérrez Cuartango, director de esta comunidad de 18 monjes.
El pasado 24 y 25 de julio los monjes celebraron varios actos «internos», gestos litúrgicos «para amigos de casa». Pero el monasterio expandirá la celebración del 50.º aniversario de su refundación al 29 de octubre con una jornada conmemorativa en el Auditorio Carlos V del Hotel Monumento en Santiago. Su programa incluye la presencia del abad de Scourmont (Bélgica), Armand Veilleux, uno de los participantes en el Concilio Vaticano II, el teólogo de la Universidad de Santiago André Torres Queiruga o el sacerdote Pablo d’Ors, además de personalidades de la política como Alberto Núñez Feijoo. «Según las fechas previstas para las elecciones gallegas, pase lo que pase en las urnas durante nuestra jornada seguirá siendo presidente de la Xunta», indica el prior de Sobrado.
«El renacimiento de Santa María de Sobrado acontece recién terminado el Vaticano II, por el cual nos sentimos urgidos a volver a los orígenes», reflexiona Carlos Gutiérrez, quien llegó al monasterio de Sobrado hace 35 años, los doce últimos como prior. «En la Iglesia, la voz del monacato es recibida, me parece, entre admiración, incomprensión e indiferencia. A pesar de la autonomía que tenemos los monasterios, es posible que en la mentalidad de algunos sectores de la vida monástica exista una sumisión incuestionada o al menos acomodaticia a lo institucional. En nuestros orígenes no era así, sino más bien todo lo contrario. Muchas de las personas que se acercan a nuestros monasterios buscan el rostro del Dios vivo en un estilo de vida asequible, más comprensible al ser humano, sin el aparato mediático, dogmático y ortodoxo que aleja a muchos de la vida eclesial oficial», reflexiona Gutiérrez Cuartango.
Polémica en el Camino
El monasterio ha dado sentido a Sobrado, por eso el pueblo y los monjes se unieron hace poco para enfrentarse el último expolio de la Administración: el rediseño para el Camino de Santiago que dejaba a esta localidad al margen de la vía principal. «Nos dijeron que eran órdenes que venían de Europa. Era difícil de entender, pero así lo han decidido».
Carlos Gutiérrez es el prior desde hace doce años y ha renovado por otros seis
La comunidad actual del monasterio de Sobrado está formada por 18 monjes.