«A la gente no le cae nada bien ese nuevo sistema». El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos empleaba un discurso eufemístico para mostrar el rechazo ciudadano a la intención del Ayuntamiento de incrementar el parque de coches camuflados de la Policía Local. Hasta entonces solo uno servía para vigilar por las calles coruñesas, y «no es necesario ampliar», advertía el representante vecinal.
En el gremio de taxistas eran de la misma opinión. «¿Acaso el que hay ha servido para reducir las infracciones? Pues que no piensen que aumentando el número van a solucionar algo», decía un profesional en su parada.
Y también entre los juristas se oían voces contrarias al uso de este tipo de vehículos por parte del 092. Porque «la legalidad se defiende con pruebas, y para eso el coche camuflado no basta», explicaba un abogado.