Los padres acusados de dejar ciego a su hijo niegan la acusación de maltrato

Dolores Vázquez A CORUÑA

A CORUÑA

Los imputados, divorciados y alejados por orden judicial, se acusan mutuamente de ser violentos

16 mar 2016 . Actualizado a las 17:46 h.

Los padres juzgados esta mañana, en la Audiencia Provincial de A Coruña, por zarandear a su hijo en el 2012 cuando esté tenía unos tres meses, provocándole lesiones y una ceguera, negaron que el pequeño sufriera algún golpe que justificara el daño. Ambos coincidieron en que el niño estaba bien, más allá de problemas de tolerancia con la leche, y relataron que el 6 de enero del 2012 el bebé se puso malo y optaron por llevarlo al hospital, que fue donde les explicaron las lesiones por las que fueron después acusados de maltrato.

En sus declaraciones, ambos, que se enfrentan a una petición de 24 años de cárcel por las lesiones irreversibles que padece el niño que ahora atiende el abuelo materno, explicaron que se conocieron en Salou, que inicialmente ella se prestó a ayudarle a conseguir la documentación, ya que el padre del bebé es senegalés, y posteriormente comenzaron una relación conflictiva. Ella acusa al padre del bebé de tenerla coaccionada y explicó que lo ha denunciado en un par de ocasiones por violencia, por lo que ahora cuenta con una orden de alejamiento. El, por su parte, asegura que ella es inestable, que tiraba cosas cuando se enfadaba, que se marchaba a casa de su madre tras las discusiones y que incluso tomó pastillas, por lo que tuvo que estar ingresada.

Los acusados, que se separaron hace unos dos años, aseguraron que el bebé estaba sano mientras vivió con ellos y que no vieron a nadie maltratarlo. La madre explicó que al ser un niño negro no se le apreciarán los hematomas y acusó al padre de zarandearlo siguiendo una vieja tradición senegalesa, cuestión que este negó.

El imputado aseguró que la familia de ella siempre rechazó la relación por ser él extranjero.

Los forenses, por su parte, explicaron que el niño presentaba una lesión traumática con fractura en la cabeza, supuestamente por golpearse contra una superficie fija, y otra lesión que le provocó la ceguera bilateral, que vinculan con el síndrome del zarandeo.

Que el bebé, que ahora está a tratamiento para que pueda ver, al menos, luces y sombras, entró en el hospital con riesgo vital y con lesiones que los forenses vinculan con dos sucesos distintos.

Los agentes que tomaron la declaración a los acusados en el hospital explicaron que ambos habían comentado que cuidaban bien del pequeño, al igual que declaró la madre de la acusada y un joven que vivió con la pareja durante un tiempo.