El certamen, que celebró su segunda edición, congregó en el puerto oleirense a centenares de vecinos de la comarca
22 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Josefa Casal y su marido, Francisco García Chao, vecinos de Guísamo, llegaron hace un año por casualidad al puerto de Lorbé cuando se celebraba la primera edición de la Festa da Centola y, tras esa experiencia gastronómica, ayer eran de los primeros en ocupar las mesas de la gran carpa instalada en las instalaciones portuarias oleirenses. «Muy bien, muy bien. Este año lo vimos anunciado en el periódico y volvimos. Está todo muy bueno», aseguraba la mujer ante su centollo abierto y regado con un chorro de albariño y la ración de mejillones de la que daba cuenta su marido.
La Cofradía de Pescadores de Lorbé, organizadora del certamen, repartió durante la jornada festiva más de 500 kilos de mariscos, parte de los cuales los comensales pudieron ver salir directamente del mar poco antes de llenar las grandes ollas donde los voluntarios prepararon durante todo el día el marisco, que los centenares de vecinos que pasaron por la carpa pudieron acompañar de empanada, postres y hasta perritos calientes, servidos por alumnos del CEIP Luis Seoane de Mera para recaudar para su excursión de fin de curso.
El patrón mayor del pósito, Emilio Méndez, quien ejerció de anfitrión ante la conselleira do Mar, Carmen Gallego, y el alcalde, Ángel García Seoane, destacó la calidad de la centolla extraída este año para la fiesta -algo menos que en la primera edición-, que fue seleccionada una a una para comprobar sus características y su peso, ya que cada pieza, de entorno a un kilo, se vendía al precio único de 15 euros. Los mejillones, a 8.