Una emprendedora de siete añitos

A CORUÑA

Sara es el principal motor de Espíritu Creador, la empresa que puso en marcha su madre hace unos meses ante el éxito inesperado por sus diseños de libreta, álbumes y muñecos de boda o comunión

12 oct 2015 . Actualizado a las 18:17 h.

Podía pasarlo por alto o atribuirse todos los méritos, pero no lo hace. Luisa Vázquez insiste una y otra vez que el motor de Espíritu Creador, la empresa que ha montado a raíz de quedarse sin trabajo, ha sido y es su pequeña Sara, de 7 años. Con ella comenzó a hacer manualidades caseras, primero solo por pasar la tarde, luego tarjetas de cumpleaños para los amigos del cole o los abuelos, hasta que le preguntaron si las vendía y dijo por que no. «Había mucha demanda, la gente me decía por un lado me haces una, por otro si me haces otro que al final empezamos a venderlas», explica Luisa.

Esta aventura empresarial empezó hace cuatro años cuando la peluquería en la que trabajaba se traspasó. A pesar de lo que suponía quedarse sin empleo, consideró que era una oportunidad para poder cuidar y educar a sus hijos. «Sara es una niña muy creativa, siempre quiere hacer cosas con las manos, el día era muy largo y empezamos a hacer cosas en casa», explica Luisa, que tiene otro hijo, David, el mayor.

En vista del éxito decidió dejar algunos de sus diseños en las tiendas de Sada. Hace desde tarjetas, libretas, álbumes de boda, cumpleaños, muñecos de boda, comunión... Todo a mano y personalizado. «Mi intención inicial era dejar unos cuantos modelos de cada cosa, y reponer en función de las ventas. Pero veíamos que tardaba en venderse, no porque no gustara el producto, sino porque la gente demandaba un modelo personalizado. Es decir, les gustaba mucho la idea, el álbum, la libreta o el muñeco de comunión, pero todo lo querían pues con fotos personales o el muñeco lo más parecido al niño, y desde entonces como vimos que eso funcionaba lo hago todo bajo demanda», cuenta Luisa, que por este motivo no cuenta con stock de ningún artículo en casa.

A día de hoy todavía no ha finalizado con los pedidos que tiene de agendas escolares personalizadas para este curso, y ya tiene encargos para el 2016. «Este verano hicimos unos diarios de verano, como unas libretas, para que los niños pudieran escribir o pintar cada día de las vacaciones. Gustaron tanto que se nos ocurrió lo de las agendas. Han tenido muchísimo éxito. La semana pasada aún hice un envío para Alemania».

Éxito inesperado

La puesta en marcha de Espíritu Creador ha superado sus expectativas. Ni en el mejor de los casos se imaginó algo así. De hecho, este verano tuve que decir que no a un pedido de 80 invitaciones de boda porque eran para un día concreto y no le daba tiempo. «Ya estoy en ese momento en el que necesito ayuda», dice, aunque no se puede quejar porque en su casa todos le echan una mano. «Mi esposo cuando llega de trabajar me ayuda mucho con la encuadernación y Sara también me ayuda mucho con los lacitos o a recortar. Y eso que las herramientas han mejorado mucho. Ahora imprimo yo en casa, y tengo las hojas a medida, antes tenía que cortarlas una a una a mano».

Su mejor escaparate es Facebook, y por este canal es por el que recibe la mayor parte de los pedidos. Además de los que le llegan por el boca a boca. Su fuente de inspiración no podía ser otra que Sara. Ella le pone al día de «lo que gusta entre el público infantil y qué es lo que está de moda. Piensa como una niña y es lo que hace falta».