Los cálculos que hace la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) como la Asociación Española Fonográfica y Videográfica (Afyve) son sencillos. Cuando ocurre algo así, calculan que el perjuicio causado a sus socios es de 20 euros por película pirateada. Así que se multiplicó esa cifra por el número de cedés y salió la cantidad de 2.400 euros, que es lo que el detenido debería entregarles, según entienden. Pero la Justicia no lo entiende así.
Marcas falsas
Con las prendas pasa lo mismo que con las películas o la música. Ya ha corrido la voz entre los manteros de que la Justicia los entiende, de que ya no les pasa nada por vender bolsos, gafas, pañuelos y cedés en las calles porque, según la jurisprudencia del Tribunal Supremo, no engañan a nadie, todo el mundo sabe que el género es de imitación y de peor calidad, que a las marcas no les supone perjuicio económico alguno y que la venta ambulante es lo único que les da de comer.