Los pasos de peatones se vuelven invisibles en Oleiros

M. Ballesteros 0LEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

María Ballesteros

El centro del concello y Perillo concentran algunos de los puntos más peligrosos

09 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Algunos pasos de cebra en Oleiros se han vuelto camaleónicos. A fuerza de perder la pintura que debería identificarlos como zona de preferencia para los viandantes, han comenzando a mimetizarse con el asfalto hasta el punto de volverse literalmente invisibles para muchos conductores. En algunos casos, es la falta de visibilidad a ciertas horas lo que convierte estas zonas en especialmente peligrosas, pero en otros la cuestión es que han desaparecido y en lugar de cebrados son tan negros como la calzada.

Este es el caso del paso existente, teóricamente, ante el colegio A Rabadeira de Oleiros, justo antes de la rotonda con grandes tinajas que da acceso al pueblo. Existe en teoría, pero en la práctica cualquier conductor que se acerque a este punto no verá nada que le haga pensar en detenerse, ya que además de estar prácticamente borrado ninguna señal advierte de que los peatones tengan preferencia de paso.

El alcalde, Ángel García Seoane, denunció con insistencia la semana pasada el estado en el que se encuentra esta zona y lamentó que la Diputación de A Coruña, que ha realizado trabajos de pintado de la calzada en las últimas semanas, no haya mejorado este punto, que es utilizado por muchos escolares que viven en las inmediaciones del centro escolar y acceden a él a pie. Pese a que el tramo es de titularidad autonómica, García Seoane reclamó coordinación entre las administraciones para acondicionar la vía, donde existe una situación muy similar a la salida de la misma rotonda, ya que el blanco es casi inexistente en uno de los carriles.

Perillo y Montrove

Siguiendo la misma carretera en dirección a Perillo, los conductores pueden llevarse más de un sobresalto por los problemas de visibilidad en algunos puntos, como en el paso que existe ante Residencial Montrove, que difícilmente se ve si la iluminación es baja. A poca distancia, justo donde está señalizada la entrada a Perillo, otro paso de peatones, en este caso bien pintado, pero con alta siniestralidad, es otro de los puntos negros para los peatones, según los vecinos.

Pese a su intensidad de tráfico, el cruce de la calle Areal con la N-VI, a la altura de la antigua cafetería Sol y Mar, tampoco es un lugar de paso seguro para los transeúntes. Las franjas del paso de cebra en este punto han quedado reducidas a manchas, mientras que unos metros más arriba, en el acceso a la siguiente rotonda, han desaparecido del todo en un carril.