Casi la mitad de los encuestados no se fían de las plataformas ciudadanas

Xosé Vázquez Gago
X. Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La Marea Atlántica obtiene una intención directa de voto del 0,2 %

30 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los fundadores de las nuevas plataformas ciudadanas que proclaman su deseo de renovar la política y la sociedad tienen mucho trabajo por delante. La Marea Atlántica y Somos Mayoría son poco conocidas, y pocos de los que han oído hablar de ellas tienen confianza en que sean una buena alternativa de gobierno. El barómetro de Sondaxe concluye que el 45,2 % de los electores no tiene confianza «en absoluto» en las nuevas alternativas políticas, mientras que otro 42,5 % no contesta a la pregunta. Finalmente, solo un 12,1 % contestó que sí tiene confianza en ellas.

Ambas formaciones han seguido procesos de formación simultáneos, aunque muy distintos. Somos Mayoría se ha concentrado en un trabajo silencioso para afianzar sus bases y su estructura. Todo indica que su campaña se centrará en el electorado de corte nacionalista e izquierdista, unos caladeros en los que ya pescan numerosas formaciones, pero en los que es de esperar que haya mucha movilidad del voto después de las convulsiones sufridas por el BNG, Anova y otros.

El caso de la Marea Atlántica es muy distinto. El movimiento se presentó en verano, en un acto público que contó con la presencia del escritor Manuel Rivas y una actitud dinámica, pero cuando su estructura estaba en pañales. Sus primeros actos fueron multitudinarios, pero por diversos motivos el proceso de ensamblaje del partido, que anunció casi de inmediato que concurriría a las municipales, se ha estancado. Es probable que hasta enero no se sepa cómo acudirán a los comicios (como partido, coalición de partidos...) ni quién será su cabeza de lista, aunque ya se manejan varios nombres y una de sus integrantes, Rocío Fraga, ya se postuló ante altos dirigentes de Esquerda Unida en Galicia.

Dentro de su estructura hay exconcejales de otras formaciones, sobre todo del BNG, y sindicalistas de la CIG, pero todo indica que para la cabeza de lista se elegirá a un mirlo blanco, que no haya ocupado cargos públicos de ningún tipo para evitar que se relacione al nuevo movimiento con los viejos partidos, a los que pretende desplazar del escenario.

Mientras su núcleo duro, integrado en gran parte por licenciados en Sociología, sigue intentando concretar una compleja estructura interna que combina grupos de trabajo, una coordinadora y varios tipos de asamblea ciudadana e interna, la Marea, inspirada en principio en el modelo que marcó la imparable Podemos, ha perdido algo de fuelle.

Al igual que Somos Mayoría, la formación también se dirige a un electorado de corte izquierdista y nacionalista. Sin embargo, su aproximación a otras fuerzas políticas ha sido muy diferente y les ha granjeado algunas enemistades. La Marea pide a las otros partidos que se «diluyan» en su estructura, que sus militantes participen en sus asambleas y que le cedan su capital político.

Sus integrantes hablan de la Marea como una coalición de personas, no de partidos. Esas exigencias han provocado el temor de otros grupos políticos que podrían ser sus aliados naturales, y que temen que la Marea, más que diluirlos, los disuelva del todo si colaboran con ellos.