A falta de conocer los detalles, el Ayuntamiento parece dispuesto a aplicar un cambio radical en la gestión de la ORA y la grúa, un servicio famoso por las causas equivocadas. Con un importe de 3,8 millones de euros anuales, era el contrato más cuantioso en Galicia del grupo Vendex, supuesto cerebro de la trama de corrupción Pokémon. En segundo lugar, arrastraba un déficit de gestión que costó millones de euros extras a las arcas municipales, ya que el contrato garantizaba que la empresa gestora cobraría una cantidad fija anula, daba igual si la grúa estaba todo el día ociosa o no paraba de recoger coches, o si la zona ORA estaba a tope o sin un automóvil a la vista. En resumen, cobraban trabajasen o no.
Las críticas al contrato son continuas desde hace años, y la mayoría de los partidos estaban de acuerdo en que era necesario hacer cambios, pero es difícil pensar que fuesen a ser tan profundos de no estar por medio la operación Pokémon. El contrato de la ORA y la grúa fue el primer documento que se incautó la jueza Pilar de Lara en el Ayuntamiento y, aunque después los derroteros de la investigación fueron por otro lado, las sospechas de la magistrada refuerzan los recelos que el contrato despertaba ya antes de las investigaciones.
Los cambios son tales que incluso se recupera un concepto del capitalismo, el riesgo y ventura, que parecía olvidado. Fue sustituido por eso de las ganancias privadas y las pérdidas públicas.
Lo que no cambiarán son las zonas afectadas por la ORA. El alcalde lo descartó ayer, aunque en el nuevo plan de movilidad, que costó medio millón de euros, sí se propone su ampliación. Parece que por ahora, al menos en ese aspecto, no se aplicará todavía.